Viernes, 2 de junio del 2023
¿Alguna vez consideraste usar botox para la migraña? Todo parece indicar que debería ser tu siente opción si sufres migraña.
Todos lo sabemos, la belleza es efímera, y para prolongarla las personas —sin excluir a los hombres— prueban todo tipo de cosas: productos, prácticas cuestionables e incluso tratamientos estéticos. Y aunque las inyecciones, los retoques y las limpiezas solo prolonguen el buen aspecto durante un muy poco tiempo, los descubrimientos fortuitos que se producen en el camino pueden durar para siempre. Al menos, ese es el caso de un tratamiento eficaz contra la migraña crónica: las inyecciones de botox. Sí, por muy sorprendente que te parezca, la ciencia lo avala.
A principios de la década de 1990, el botox cosmético era una intervención muy en boga. En aquel entonces, en Los Ángeles, un cirujano plástico llamado doctor William Binder observó un agradable efecto secundario en sus pacientes de botox: el alivio del dolor de cabeza. Dos décadas más tarde y muchos estudios más, la FDA lo aprobó como tratamiento para la migraña, añadiéndolo a la lista de herramientas a disposición de los médicos que tratan esta afección.
¿El botox realmente funciona para tratar la migraña?
Según esos médicos, el tratamiento suele ser un amortiguador formidable contra el bombardeo constante de dolor: “Es muy eficaz para los pacientes con migraña crónica”, dice el doctor Teshamae Monteith, miembro de la Academia Americana de Neurología. “Y pueden combinarse con algunos de estos tratamientos más nuevos o con los más antiguos”. Es decir, el botox puede funcionar junto con los tratamientos orales más nuevos para la migraña, en los que los neurólogos han visto grandes avances científicos.
La iteración más vanguardista del tratamiento bloquea los receptores de las células del cerebro que provocan la migraña cuando entran en contacto con un compuesto químico llamado péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), que liberan los nervios sensoriales. Según los expertos, el tratamiento con botox para la migraña sigue una táctica diferente: se conecta a los propios nervios e impide que liberen CGRP: “Básicamente, bloquea las transmisiones dolorosas al cerebro”, dice la doctora Alina Masters-Israilov, neuróloga de Weill Cornell Medicine. Dado que el botox es distinto de las terapias más recientes que actúan sobre los receptores de CGRP, ambas pueden utilizarse conjuntamente, pues un tratamiento bloquea el origen del CGRP y el otro su destino.
Sin embargo, el botox es solo un elemento más en la creciente lista de terapias contra la migraña. Ya sea usado solo o en combinación con otros tratamientos, ¿qué lleva a los médicos a elegirlo? “Es una terapia estupenda para los pacientes que tienen al menos 15 días o más de dolor de cabeza al mes”, dice el doctor Masters-Israilov. Los pacientes que sufren migraña con esa frecuencia padecen una afección llamada migraña crónica. Para ellos, el botox suele actuar como una potente medida de precaución. “Se usa realmente para prevenir las migrañas o reducir la frecuencia y la gravedad del dolor de cabeza, no realmente como tratamiento necesario”.
El doctor Masters-Israilov afirma que su eficacia hace que el botox sea una opción relativamente frecuente para los pacientes, sobre todo para los que no toleran bien los medicamentos orales o consideran ineficaces otras estrategias.
Para quienes el tratamiento con botox resulta eficaz, existe un efecto secundario, o ventaja. Como los puntos de inyección suelen estar a lo largo de la frente, por encima de las cejas, los pacientes “también obtendrán ese efecto cosmético en el que los músculos estarán más relajados”, dice el doctor Masters-Israilov. “Así que no podrán levantar las cejas tan alto o fruncirlas tan profundamente”.
Fuente. gq.com