Lunes, 26 de junio del 2023
Hacer amigos se va volviendo cada vez más difícil conforme vamos creciendo. La vida, el trabajo, las responsabilidades o los hijos se pueden convertir en puntos que requieren de todo nuestro tiempo y atención, y eso puede hacer que los amigos pasen a segundo plano, o que no se tenga el tiempo para crear algunos nuevos.
Hay muchas razones por las que puedes no tener amigos, pero en realidad eso no importa tanto. Lo que importa es que nunca es tarde y que siempre se le puede dar la vuelta a la situación, incluso cuando la idea de socializar genera ansiedad y no es el tema favorito.
Ser introvertido sin duda puede dificultar el tema de conocer personas nuevas y puede ser un obstáculo lograr que lleguen a convertirse en amigas (la ciencia dice que para eso hay que pasar alrededor de 200 horas juntas, no en un contexto de trabajo), pero lo bueno de los obstáculos es pueden superar cuando se tienen algunas claves y herramientas.
Incluso la persona más introvertida o con ansiedad social necesita conexiones humanas, ya que tener amistades ha sido identificado como un elemento esencial de la felicidad y el bienestar, y sí hay formas de conseguirlo.
Hacer amigos cuando eres introvertido: cómo lograrlo
Identifica qué te gusta hacer y busca espacios para explorarlo
Tus hobbies e intereses pueden ser un gran punto de partida para hacer amigos. Lo que puedes hacer es buscar espacios para explorar esos intereses en comunidad, como una clase, un taller o algún club (como un club de lectura o de cine). En esos espacios tiene la ventaja de que todos están ahí por la misma razón, así que puedes aprovechar eso para iniciar conversaciones y, poco a poco, ir creando conexiones con los demás.
Por otro lado, también es buena idea probar cosas nuevas, como actividades que te interesen pero no habías probado, así puedes conocer personas distintas y acercarte a ellas con tus dudas, eso también crea vínculos.
Consigue un “wingman”
Un wingman es una persona de apoyo, que puede ayudarte a acercarte a más personas o incluso a no sentirte tan inquieto en situaciones sociales.
La idea es que esa persona pueda estar cerca en caso de que te pongas nervioso o cuando sientas la necesidad de quedarte en un rincón solitario sin hablar con nadie. Es alguien que puede apoyar la conversación, sin acaparar, o que incluso puede presentarte a alguien que te interesa.
Prepara algunos puntos de conversación
No saber de qué hablar puede aumentar los nervios, la ansiedad y las ganas de salir huyendo. No necesitas un guion para hablar con otras personas, ya que eso puede sonar forzado y extraño, pero es buena idea pensar en algunos temas que te gustaría explorar.
Por ejemplo, piensa en la película que acabas de ver, las series que te gustan, el libro que quieres leer o algunos detalles sobre tus hobbies, que puedas usar para seguir la conversación en caso de caer en un silencio incómodo.
Busca personas que te hagan sentir cómodo
Cuando se trata de hacer amigos, siempre es mejor pensar en calidad que en cantidad. No necesitas hablar con todos y volverte amigo de cada persona que se cruza por tu camino. Lo mejor que puedes hacer es trabajar en las relaciones con las personas que te hacen sentir más cómodo y relajado.
Es más fácil que te abras y compartas si no te sientes presionado o ansioso, así que quédate con quienes te hagan sentir bien desde el primer momento.
Apóyate en los amigos que ya tienes
El networking no es solo para temas de trabajo, puedes aplicarlo también para las amistades. Esto significa que puedes apoyarte de los amigos que ya son parte de tu vida, para que ellos puedan presentarte a otras personas que crean que pueden hacer click contigo.
No debes descuidar las amistades que ya tienes, esas también hay que trabajarlas, pero es completamente válido que te acerques a ellos para preguntar si conocen a alguien que podría ser un buen amigo también o que podría aportar algo a tu vida.
Fuente. gq.com