Miércoles, 12 de julio del 2023
Si te preguntas si se puede perder peso sin someterse a dietas demasiado rigurosas, debes saber que además de centrarse en una dieta sana y equilibrada, pequeños hábitos que con frecuencia tendemos a subestimar pueden marcar la diferencia. Así lo explica Michael Greger, médico de renombre mundial, fundador del sitio web NutritionFacts.org y autor del libro How Not to Diet.
En el manual, el Dr. Greger se centra en las últimas investigaciones sobre las principales causas de la obesidad, proponiendo una serie de remedios útiles para adelgazar: ilustrando los ingredientes clave para una llevar un régimen alimenticio que contribuya a perder peso, pero también las estrategias científicamente probadas que todos tenemos a nuestra disposición para perder peso de forma sana y eficaz.
Lleno de consejos prácticos, el libro pretende poner fin a las dietas comúnmente entendidas, sugiriendo cómo las personas pueden sustituir la constante, y a menudo infructuosa, batalla contra los kilos de más por la simple adopción de un estilo de vida saludable y sencillo.
Evidentemente, el punto de partida es elegir los alimentos adecuados, como cereales integrales, legumbres, frutas y verduras. Una vez establecida una dieta equilibrada, para perder peso de verdad hay pequeños trucos que, una vez dominados, pueden marcar la diferencia.
Según se recoge en un artículo del New York Post, hay al menos cinco trucos, entre los sugeridos por el Dr. Greger, que pueden ponerse en práctica fácilmente para notar los beneficios en la pérdida de peso. He aquí cuáles son.
1.Beber dos vasos de agua antes de cada comida
El agua es un acelerador natural del metabolismo, mejor aún si es agua fría, que tiene un potencial adicional sobre el metabolismo porque, mientras se bebe a sorbos, el cuerpo tiene que trabajar para llevar el líquido a la temperatura corporal. ¿Un consejo útil? Para aprovechar al máximo sus beneficios, se recomienda beber dos vasos de agua fría antes de cada comida.
2. Empezar la comida con los alimentos adecuados
Los primeros bocados de una comida pueden ser decisivos a la hora de restar calorías a la dieta, como demuestra un estudio realizado por el Dr. Greger. A los participantes se les sirvió un plato de pasta de 900 calorías, a algunos con una ensalada inicial de verduras ricas en agua (como lechuga, zanahorias, pepinos, etc.), a otros sin ella. Como resultado, se observó que los que empezaron con la ensalada comieron 200 calorías menos de pasta. En un estudio similar, las personas que consumieron una manzana antes de una comida de pasta comieron hasta 300 calorías menos.
Por supuesto, la estrategia funciona si te centras en una ensalada ligera sin aderezos grasos. Por lo tanto, el consejo es empezar cada comida con una manzana, una ensalada ligera o incluso una taza de sopa de verduras.
3. Utilizar el vinagre como condimento
El vinagre y, en particular, el vinagre de sidra de manzana se considera un excelente aliado para perder peso. Según el Dr. Greger, la razón reside en el hecho de que los alimentos ácidos pueden ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Este es un aspecto importante de la pérdida de peso, subraya el experto, ya que son precisamente las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre las que pueden provocar los clásicos atracones.
El consejo entonces es condimentar las comidas o aderezar una ensalada de guarnición con cualquier vinagre, balsámico, de vino blanco o de manzana, ciñéndose a dos cucharadas soperas en cada comida.
4. Come evitando distracciones
La forma de comer también puede influir en el aumento de peso. Ver la tele o el teléfono durante las comidas, según señala Greger, es una fuente de distracción que lleva a comer más, según varios estudios.
De hecho, un estudio demostró que las personas, tanto hombres como mujeres, que comían mientras veían la televisión consumían en promedio una porción más de pizza o un 71% más de comida chatarra que aquellos que comían sin distracción. Un estudio similar analizó a un grupo de personas que comían helado mientras escuchaban la radio o en silencio: pues bien, se demostró que los que consumían helado mientras escuchaban la radio comían hasta un 77% más de helado que los que comían en silencio.
5. Come despacio
Cuidado también con comer demasiado rápido. Ser capaz de dedicar al menos 20 minutos a cada comida podría ser bueno no solo para la digestión, sino también para la cintura. ¿Por qué? Dedicar 20 minutos a cada comida, según explica el Dr. Greger, permite regular las señales naturales de saciedad. Para intentar que una comida dure al menos 20 minutos, se pueden adoptar ciertas estrategias, como tomar bocados más pequeños, masticar los alimentos el mayor tiempo posible e incluso optar por alimentos que, por su textura, tarden más en comerse.
Fuente. gq.com