Lunes, 17 de julio del 2023
El común denominador es, casi siempre, la relación tóxica que establece con sus hijos. Hablamos del padre narcisista, a quien normalmente se le dificulta reconocer a sus hijos como sujetos autónomos y responder adecuadamente a sus necesidades, lo que termina por crear bastantes problemas a los hijos cuando crecen.
Para fomentar una buena relación, sea cual sea su naturaleza, la empatía y la capacidad de reconocer al otro como persona autónoma son factores esenciales. Por lo tanto, es fácil imaginar cómo, en la relación narcisista, en la que el otro solo se considera en relación con las propias necesidades y se siente como una prolongación de uno mismo, las bases para una relación sana están completamente ausentes.
La psicóloga Ramani Durvasula, profesora de psicología en la Universidad Estatal de California, en Los Ángeles, y autora de varios libros destinados a arrojar luz sobre el impacto que el narcisismo puede tener en la salud y el bienestar, abordó la cuestión en un artículo publicado en Make it.
En el artículo, la experta señala que la paternidad narcisista no consiste en alardear en las redes sociales o imponer a los hijos estrictas actividades extraescolares, sino que es algo mucho más profundo, así como una de las formas más tóxicas de criar a los hijos.
¿Cómo reconocer a un padre narcisista? Estas son 7 características identificadas por la psicóloga.
1. Ve a su hijo como una fuente de validación
El padre narcisista —subraya la psicóloga— suele alardear ruidosamente los éxitos de sus hijos, quizá cuando marcan el gol de la victoria durante un partido o cuando consiguen el papel más importante en la obra de teatro del colegio. No es raro verle presumir constantemente en Internet o hablar de la belleza o el talento de su hijo durante una conversación.
Sin embargo, a menos que se trate de algo sobre los logros del niño, el padre narcisista se muestra distante y desinteresado por él. Generalmente, se avergüenza de la necesidad de contacto y aprobación de su hijo y los ve más bien como una herramienta para satisfacer necesidades personales.
2. No reconoce las emociones de su pequeño
Otro aspecto a tener en cuenta es que los padres narcisistas suelen enojarse y mostrarse agresivos cuando se sienten decepcionados o frustrados. Si creen que su hijo es crítico o desafiante, pueden perder el control. Estas reacciones pueden manifestarse en gritos, ataques repentinos de ira o, en casos graves, incluso violencia física.
Por el contrario, las emociones de los demás pueden incomodar a las personas narcisistas. Por eso, un padre narcisista hará que el niño se avergüence de las emociones que siente pronunciando frases como “Deja de llorar y sé fuerte”.
3. Siempre antepone las necesidades propias
A veces los adultos tienen que anteponer los problemas del mundo real: ya sea un turno de trabajo que no se puede posponer o tareas domésticas que ocuparán toda una tarde. “Sin embargo”, continúa la psicóloga, “un padre narcisista espera que sus hijos hagan sacrificios para que ellos puedan hacer o tener lo que quieren”.
Por ejemplo, si al padre le gusta salir de paseo, sus hijos tendrán que hacerlo todos los fines de semana; o si tiene un partido de futbol o cualquier otra cosa, por pequeña que sea, que le apetezca hacer, nunca renunciará a ello a costa de dejar en un segundo plano acontecimientos más importantes, como una ceremonia de graduación.
4. No respeta los límites
Los padres narcisistas también pueden ser bastante intrusivos. Cuando no les apetece, no interactúan con el niño, pero cuando, por el contrario, quieren que este les “valide”, pueden sentirse con derecho a interrumpirle y pedirle que haga lo que ellos quieren.
Al mismo tiempo, pueden hacer preguntas inquisitivas o ser críticos con el niño de forma intrusiva, haciendo, por ejemplo, comentarios sobre el peso, el aspecto físico u otras cuestiones que incomoden al niño. Sin duda, una dinámica muy tóxica entre padres e hijos.
5. Juega al favoritismo
El padre narcisista, subraya la psicóloga, también mantiene su poder jugando al favoritismo, es decir, expresando preferencias entre sus hijos. Puede, por ejemplo, tener un hijo favorito al que halaga en exceso, mientras habla mal de otro hermano.
Esto puede hacer que los niños se sientan incómodos y psicológicamente inseguros. De hecho, los niños pueden creer que tienen que complacer o impresionar al padre narcisista para evitar su ira y mantener una buena posición en la unidad familiar.
6. Echar la culpa a los hijos
Los narcisistas necesitan sentirse perfectos, por lo que eluden la responsabilidad de sus propios errores culpando a sus hijos. Pueden ser crueles cuando se sienten criticados y sus comentarios a menudo pueden herir.
El leitmotiv habitual de los padres narcisistas puede ser una frase como “Es culpa tuya que esté tan cansado” o “Podría haber sido muy exitoso si no hubiera estado ocupado contigo”.
El riesgo es que, con el tiempo, los hijos de padres narcisistas interioricen estos comentarios y empiecen a culparse a sí mismos.
7. Esperar que el niño sea un cuidador
Por último, en la mentalidad de un padre narcisista suele estar también la idea de que su hijo debe (o deberá) cuidar de él.
Se trata de una creencia que estos padres suelen mantener en la edad adulta de sus hijos y continuar con actitudes manipuladoras. Un pensamiento típico del abuso narcisista es “yo te alimenté y te vestí, así que ahora me lo debes”.
Fuente. quien.com