¿Es malo hacer ejercicio si estás enfermo?

Hay quienes dicen que no debes hacer ejercicio si estás enfermo, que eso afecta la habilidad de tu cuerpo de luchar contra la enfermedad y que te va a tomar más tiempo recuperarte. Pero también hay quienes dicen que en realidad el ejercicio es lo mejor que puedes hacer cuando no te sientes tan bien, ya que te ayuda a “sudar” la enfermedad y a recuperarte más rápido.

¿Quién tiene razón?

Cuando estás enfermo hay algunas cosas que debes considerar, tienes que cuidarte un poco más, poner atención en tu hidratación, seguir las órdenes del médico, respetar los horarios de tus medicamentos y descansar lo más que puedas, y la actividad física no es necesariamente un problema.

El ejercicio tiene muchos beneficios (hay un estudio que dice que hacerlo por la tarde puede reducir tus posibilidades de una muerte prematura), desde ayudar a combatir el envejecimiento hasta proteger tu salud mental, pero sí hay momentos en los que es mejor evitarlo, aunque sea por unos días.

Hacer ejercicio si estás enfermo: ¿es bueno o malo?

De acuerdo con Healthline, hacer ejercicio regularmente es esencial para que puedas tener una mejor salud y para ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas (todo esto además del tema del peso, la quema de grasa y las ganancias musculares), e incluso es lo que mantiene a tu sistema inmune fuerte, para que pueda combatir mejor cualquier enfermedad.

Lo que hay que saber, sobre si es bueno o no hacerlo mientras se está enfermo, es que hay casos en los que es recomendable y otros en los que no.

Healthline dice que hay una “regla” simple que puede ayudarte a determinar si debes o no ir al gym. La regla dice que puedes seguir haciendo ejercicio si tus síntomas son del cuello para arriba, como el dolor de cabeza, tos o estornudos, mientras que, si tus síntomas son del cuello para abajo, como en el caso del dolor de estómago y la diarrea (y el vómito, que aunque se manifieste del cuello para arriba, comienza abajo en el estómago), entonces es mejor tener un poco de reposo, esto para poder tener una buena recuperación.

Por otro lado, la Clínica Mayo recomienda que “si eliges hacer ejercicio cuando estás enfermo, debes reducir la intensidad y la duración de tu entrenamiento. Si tratas de hacer ejercicio a tu intensidad normal cuando tienes algo más que un simple resfriado, corres el riesgo de sufrir una lesión o una enfermedad más grave”.

¿Con qué tipo de enfermedades puedes seguir haciendo ejercicio normalmente?

Y normalmente se refiere a seguir tu rutina diaria, pero tomando la recomendación de la Clínica Mayo de bajar un poco la intensidad del entrenamiento para no tener efectos negativos, o para no agotarse demasiado.

Healthline dice que hay ciertas condiciones con las que puedes seguir ejercitándome sin problemas, aunque es recomendable que lo hagas usando un cubrebocas y limpiando todo lo que tocas para no contagiar a nadie más.

• Resfriado leve
• Dolor de oídos
• Congestión nasal
• Dolor de garganta leve

Y también hay casos y condiciones con los que se recomienda que mejor te quedes en cama por unos días, como cuando tienes fiebre, tos productiva (que es tos con flema) o muy frecuente, infecciones o virus estomacales o influenza o una gripe más fuerte.

Lo que hay que considerar es que, si estás realmente enfermo, entonces tienes que tomarte el tiempo para recuperarte por completo y seguir el proceso con calma, que simplemente significa que debes volver con sesiones de intensidad baja e ir aumentando poco a poco hasta volver al punto en el que estabas antes de estar enfermo.

Fuente. gq.com