Lunes, 31 de julio del 2023
El sueño de muchas personas cuando hablamos del cuidado de la piel es conseguir un acabado suave y radiante no solo por vanidad y estética, sino porque es un signo de buena salud. Además, una piel sedosa contribuye a una apariencia más juvenil y fresca.
Desafortunadamente, existen factores ambientales e internos, como la contaminación, los rayos UV, el calor, la deshidratación e incluso la mala alimentación, que resecan e impiden que tenga la suavidad que tanto queremos.
Por fortuna, al tener el cuidado correcto, usar los productos adecuados y seguir algunos consejos, podremos brindarle a la piel de nuestro cuerpo y cara la humectación que necesita, logrando que luzca más bella, suave, sedosa y radiante. A continuación te presentamos algunos trucos que ayudarán a que tu piel se mantenga saludable y tersa como el terciopelo.
1. Dieta balanceada y tomar agua
La piel se hidrata tanto por fuera como por dentro, por eso es importante beber suficiente agua a lo largo del día, hasta tomar los dos litros diarios requeridos. Además, asegúrate de incluir a tu dieta alimentos ricos en antioxidantes como frutas y verduras, ya que ayudan a combatir el daño de los radicales libres.
2. Aplica la crema hidratante ideal para tu tipo de piel
Otra pieza clave es la humectación, por lo que es esencial aplicar una crema hidratante de acuerdo a nuestro tipo de piel, procurando que los ingredientes que la compongan sean ricos en ácido hialurónico, glicerina y aceites nutritivos que ayuden a retener la humedad.
3. Usa protector solar y evita exponerte al sol
La exposición excesiva al sol puede dañar la piel y hacerla áspera y deshidratada. Utiliza siempre un protector solar con un factor de protección adecuado, incluso en días nublados. Además, considera el uso de sombreros y ropa protectora para minimizar la exposición al sol.
4. Exfolia tu piel frecuentemente
La exfoliación es ideal para eliminar las células muertas e impedir que algunas partes de nuestro cuerpo se vuelvan ásperas o se resequen. Por eso se recomienda utilizar un exfoliante una o dos veces por semana, lo que permitirá que los productos hidratantes penetren mejor la piel, dejándola más suave y radiante.
5. Báñate con agua templada
Tomar duchas con agua caliente provoca resequedad en nuestra piel, ya que elimina la humedad, dándole un aspecto opaco. Incluso llega a dañar la capa protectora lipídica, que es la encargada de retener el agua. Por ello se recomienda bañarse con agua tibia o templada y procurar que la ducha sea rápida.
Fuente. okchicas.com