Martes, 8 de agosto del 2023
El uso de hielo puede ser una técnica refrescante y efectiva para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
La terapia de frío puede tener un impacto positivo en nuestro sistema nervioso, ayudando a disminuir la activación del sistema nervioso simpático, responsable de las respuestas de lucha o huida asociadas con la ansiedad y el estrés.
Aquí te presentamos algunas formas en las que podrías utilizar el hielo para este propósito:
Compresas frías: Coloca cubos de hielo en una bolsa de plástico o una toalla y aplícalos en áreas de tu cuerpo donde sientas tensión o estrés, como la frente, el cuello o los hombros. La sensación de frío puede ayudar a reducir la inflamación y relajar los músculos.
Masaje con hielo: Puedes usar un cubo de hielo para masajear suavemente áreas tensas o doloridas. El movimiento circular y suave del hielo sobre la piel puede ayudar a aliviar la tensión y promover la relajación.
Baño de hielo: Llenar una bañera con agua fría y agregar algunos cubos de hielo puede ser una experiencia revitalizante. Sumergirte en agua fría puede activar la respuesta del sistema nervioso parasimpático, lo que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
Respiración con hielo: Sujeta un cubo de hielo en la palma de tu mano y cierra los ojos. Respira profundamente mientras sostienes el hielo, sintiendo la sensación fría en tu piel. Esto puede ayudarte a enfocarte en la sensación presente y a calmar tus pensamientos.
Terapia de contrastes: Alterna entre aplicar calor (como una compresa caliente) y frío (con hielo) en las áreas tensas de tu cuerpo. Esta alternancia de temperaturas puede mejorar la circulación y relajar los músculos.
Visualización: Sujeta un cubo de hielo en la mano mientras cierras los ojos e imaginas que estás liberando tu estrés y ansiedad en el hielo. A medida que el hielo se derrite en tu mano, visualiza cómo se disipan tus preocupaciones y tensiones.
Ejercicio con hielo: Si estás en un lugar seguro y tienes espacio, puedes realizar ejercicios suaves mientras sostienes un cubo de hielo en la mano. La sensación de frío puede añadir una dimensión refrescante a tu actividad física, ayudándote a desconectar del estrés.
Fuente: El Imparcial