Lunes, 14 de agosto del 2023
En los últimos años, el ayuno intermitente ha ganado miles de followers gracias a su aparente eficacia. No obstante, como cualquier otra práctica en tendencia, y especialmente ahora que la sociedad se encuentra tomando cada vez mayor conciencia sobre los peligros de adoptar nuevos regímenes alimenticios sin llevar un seguimiento adecuado, sus beneficios podrían (y deberían) resultar cuestionables.
Detrás de una lógica que consiste en depurar y darle reset al organismo y al metabolismo, éste método ha demostrado lograr increíbles cambios físicos como la pérdida efectiva de peso, hasta impactar en factores internos como la reducción del estrés oxidativo e, incluso, en la prevención de múltiples enfermedades degenerativas. Desde luego, todo esto, siempre y cuando sea guiado y avalado por un especialista de la salud, y tomando en cuenta las necesidades individuales.
Sin embargo, con el auge de las aplicaciones enfocadas en ello y una serie de guías y métodos vendidos en todo internet, es de suma importancia conocer los riesgos del ayuno intermitente, sobre todo, cuando no se lleva de la mano de un experto.
Exactamente, ¿qué es el ayuno intermitente?
Antes que nada, debes saber que el ayuno intermitente no solo se trata de privar al organismo de alimento durante horas al azar. De hecho, bien llevado, este régimen consta en alternar periodos de ayuno y alimentación, estableciendo horarios y días específicos para realizarlo, además de consolidar un régimen alimenticio personalizado.
Y es que la clave para lograrlo con éxito está en comenzar por tomar en cuenta las características personales como el peso, altura, condición de salud y objetivos finales. He ahí que el secreto para que funcione resida en siempre enfocarse en acompañarlo de una dieta nutritiva y bien equilibrada, cuyo conteo calórico coincida con las necesidades corporales propias.
¿Cuáles son los riesgos del ayuno intermitente?
Pese a sus muchos beneficios ya comprobados, la realidad es que llevar un régimen de ayuno intermitente también puede tener múltiples consecuencias negativas, especialmente si no se lleva de la mano de un experto y dándole constante seguimiento.
Fatiga extrema
Definitivamente, una de las primeras formas en las que impacta el ayuno intermitente es través de la fatiga. Ésta se hace presente en medio de un constante estado de aletargamiento, derivado de la privación de alimentos y la notable baja de calorías durante el día.
Por ello, se recomienda que aunado a este régimen alimenticio, se acuda con un especialista en nutrición para determinar una dieta balanceada que ayude a compensar los nutrientes perdidos durante las horas de ayuno.
Hola, temido efecto rebote
Aunque no es una regla, cierto es que bajar de peso con rapidez, también podría acarrear un efecto rebote casi inmediato, sobre todo cuando se deja considerar de tajo al ayuno como parte del estilo de vida.
Por un lado, puede deberse a que el cuerpo nuevamente comienza a recibir una cantidad de calorías un tanto más elevada, haciéndose notar en un aumento de peso aparentemente acelerado. Mientras que, para muchos, los largos periodos de abstención y un régimen alimenticio restrictivo, también pueden traer consigo el impulso de consumir alimentos poco saludables y en grandes cantidades, a manera de compensación.
Dolores de cabeza intensos, una posibilidad
Si bien no se trata de un síntoma que tienda a persistir más allá de los primeros días o semanas de llevar este sistema, sí es uno de los riesgos del ayuno intermitente que debes considerar antes de ponerlo a prueba, ya que puede resultar bastante molesto.
Desde luego, todo tiene que ver con una respuesta normal del cuerpo ante la privación de alimento momentánea o bien, la deficiencia de nutrientes y desequilibrios electrolíticos. No obstante, esto puede mitigarse conforme el organismo se adapte al ayuno y, siempre y cuando, te asegures de llevar una dieta nutritiva y balanceada el resto del día.
Desnutrición silenciosa
Como ya lo hemos mencionado, uno de los grandes riesgos del fasting mal llevado, definitivamente es la pérdida importante de nutrientes que el organismo necesita para funcionar adecuadamente.
Y es que los largos periodos de abstinencia podrían ocasionar que no se consuman desde el número de calorías requeridas hasta un déficit de vitaminas y minerales, repercutiendo en algunas funciones corporales, derivando en múltiples enfermedades o hasta complicando el estado de aquellas previamente adquiridas.
Problemas digestivos
Desde gastritis hasta estreñimiento, aunque entre los beneficios del ayuno intermitente pareciera encontrarse un mejor funcionamiento digestivo, la realidad es que no a todos nos sienta bien este régimen alimenticio de la misma manera, especialmente cuando no se lleva de forma adecuada.
Esto puede ser originado por los largos periodos sin consumir alimento, la deshidratación, aletargamiento del organismo y su forma de procesar las comidas tras haberlo acostumbrado a no recibir los nutrientes necesarios durante cierto tiempo.
Ahora que ya lo sabes, si estás pensando en hacer ayuno intermitente, considera visitar a un profesional antes de tomar la decisión, para asegurarte de no sufrir efectos adversos.
Fuente. glamour.com