Sábado, 19 de agosto del 2023
La diferencia entre la crema de día y la de noche son un tema nivel experto dentro de la rutina de cuidado de la piel. Si bien, incluir un tipo de hidratante dentro del ritual de grooming es algo esencial, diferenciar entre las bondades de las formulaciones para la rutina matutina y nocturna es harina de otro costal. Antes de generar confusión, aclaramos que con incluir alguna crema facial dentro del skin care es más que suficiente. Pero, si se desea llevar al peldaño de la perfección el cuidado del rostro, es el momento indicado para incluir tanto el hidratante de día como de noche.
¿Qué es una crema hidratante?
Empezamos con lo básico, para aquellos hombres que anden un poco confundidos, las cremas hidratantes forman parte del trío indispensable del cuidado de la piel del rostro (los otros dos son el limpiador y el protector solar). En un skin care completo (donde, además de los mencionados, se incluye el tónico y el suero), la crema se aplica después del suero y tiene como objetivo evitar la evaporación de los activos que incluye este -el serum-, además de mantener la piel hidratada, durante el día y la noche.
Funciones y texturas de las cremas de día y de noche
Las cremas de día están diseñadas para dos funciones específicas: hidratar y proteger. Junto con el protector solar, busca mitigar el daño causado por los rayos del sol, además de las otras partículas -contaminantes- y radicales libres que afectan el cutis. De hecho, algunas suelen incluir un rango de protección solar, aclaramos que esto sólo será un complemento al SPF aplicado regularmente.
“Además, al ser cremas que se usan durante el día, tienen efectos estéticos que la hacen lucir más bella, como matificar el brillo excesivo, unificar el tono, fomentar una textura tersa, joven y saludable”, confirma el doctor Goldzweig Hans.
Otra diferencia entre la crema de día y de noche es la textura, generalmente las primeras suelen tener una consistencia ligera y de absorción rápida, ya que después se aplica el SPF, el cual suele ser denso y untuoso.
Por su parte, las cremas de noche favorecen la recuperación de la piel, además de la hidratación. Si bien, el suero es el encargado de esta función, la crema también sirve como un refuerzo para enfatizar esto. Tienen un efecto oclusivo, el cual encapsula los activos en las capas de la piel para así restaurarla de forma efectiva. Las propiedades estéticas quedan olvidadas y su consistencia es pesada y untuosa para mejorar su performance.
La importancia de los ingredientes
Si bien, tenemos una idea clara de la diferencia entre la crema de día y de noche, la clave siempre se encuentra en los ingredientes activos incluidos.
“Generalmente en las fórmulas para cremas de día encontramos diferentes tipos de antioxidantes naturales como vitamina C y E, ácido hialurónico, colágeno, coenzima Q10, glicerina, resveratrol, entre otros. Por su parte, las cremas de noche suelen incluir ácidos que promuevan la regeneración de la piel como el glicólico y los hidroxiácidos (exfoliantes químicos), también oligopéptidos (previenen manchas) y el retinol, son efectivos para la restauración del cutis. Es importante conocer nuestro tipo de piel en una valoración médica, con el objetivo de cubrir las necesidades. No es lo mismo una piel joven que una madura, o una seca, grasa o mixta, etc”, nos cuenta el especialista en medicina estética.
¿Es necesario tener dos cremas?
Si estás leyendo esta nota, seguramente es porque el tema te interesa, entonces la respuesta es sí. Por otra parte, si toda tu vida has usado la misma crema para día y noche, no debe existir algún tema puntual por el cual preocuparse. Lo único a considerar es que la crema no incluya retinol o ácido glicólico, ya que estos causan sensibilidad e irritación a la piel con el contacto con el sol.
Fuente. gq.com