Miércoles, 20 de septiembre del 2023
Terminar pendientes es algo que hacemos todos los días, no es parte de la rutina, sino que es la rutina, pero el problema es que hay momentos en los que parece que no logramos avanzar nada, terminar nada y cada momento del día y la noche son ocupados para intentar hacer eso.
Parte del problema es que hemos normalizado la idea de que es necesario estar ocupados 24/7 y que si no estamos trabajando todo el día sin parar, entonces no somos tan productivos y no estamos dando el 100% en nuestras actividades, pero poco a poco se ha descubierto que esa mentalidad no es sustentable, produce burnout y definitivamente no es lo mejor para la productividad.
Para ser realmente productivos y evitar caer en ese ciclo de trabajo interminable o de pendientes y responsabilidades que ahogan y nunca terminan, hay que ser más organizados e inteligentes con las rutinas diarias, y también es buena idea aplicar algunos trucos de los expertos.
Amantha Imber escribió en Ascend, el blog de Harvard Business Review, que existe un truco simple para lograr terminar todos los pendientes a tiempo, tanto los del trabajo como los de la vida.
¿Cómo puedes terminar todos tus pendientes a tiempo?
Imber, quien además es autora de Time Wise, dice que, cuando parece que no logras terminar nada y la cantidad de pendientes simplemente sigue creciendo, entonces hay que es buena idea tener una “To-do List”, pero no de la manera en la que todos creen.
La experta dice que las listas tradicionales no sirven para la productividad porque se basan en suposiciones y estimaciones no concretas, lo que nos lleva a llenarlas de demasiadas cosas que no podemos terminar en el tiempo en el que pensamos, así que hay que cambiar la perspectiva.
En lugar de hacer listas de lo que tienes que hacer, hay que hacer listas de lo que podrías hacer (Might Do en lugar de To Do). Lo que pasa con esto es que cambia la mentalidad, crea la sensación de que tienes más autonomía y control sobre lo que vas a hacer, pero también elimina la presión de sentir que es una obligación y eso, por psicología humana, te lleva a hacer más de lo que pensabas y a no quedarte solo con lo obligatorio.
La lista sigue siendo una manera de tener un registro de las cosas que necesitas o quieres, pero no es una tarea o algo fijo y que no deja espacio para cambiar o ajustar la cantidad de tareas, y eso hace una mayor diferencia de la que puedes pensar.
Se trata de tener libertad para elegir, lo que además ayuda a que te sientas más satisfecho con las cosas que eliges hacer y que sientas menos presión y estrés por todo lo que crees que necesitas completar.
“En la práctica, una vez que tenga tareas en su lista de cosas por hacer, puede elegir intencionalmente cuál necesita ser priorizada (la Gran Cosa) y reservar tiempo en su calendario para realizarla. En lugar de ser instintivo y tener que elegir entre infinitas posibilidades en la lista de tareas pendientes, has pensado cuidadosamente en cómo emplearás tu tiempo ese día”, escribe la experta.
Además, la segunda parte del truco consiste en determinar ciertos bloques de tiempo en el día, en los que te vas a dedicar a trabajar en esos elementos de tu lista, determinando algunos para acabar con las cosas pequeñas, para que puedas ir liberando tiempo para las cosas más grandes e importantes, siempre con la opción de decidir qué es lo que vas a hacer y qué vas a dejar para otro momento.
Fuente. gq.com