Lunes, 2 de octubre del 2023
Vestir bien no es importante solo en la oficina, es algo que vale la pena en todo tipo de contextos y que puede hacer grandes cosas por tu salud mental, la impresión que dejas en los demás y muchas otras cosas más.
De hecho, los códigos de vestimenta no están ahí para complicarte la vida o para incomodar, sino para ayudarte a que siempre sepas cómo debes vestir y para que puedas tomar decisiones rápidas y correctas sobre la ropa que usas, para que no te sientas incómodo o inseguro.
Y no e algo que se le ocurrió a alguien que quiso que todos usaran trajes o se vistieran igual, la ciencia y la psicología han encontrado que, cuando llevas un outfit que te gusta, bien armado y arreglado (ya sea casual o formal), entonces tienes más posibilidades de conseguir lo que te propones, de vender mejor tus ideas y hasta de relacionarte mejor con los demás, y todas esas son cosas que llevan al éxito.
Lo que pasa es que la ropa dice muchas cosas de ti hacia afuera (a los demás), pero también puede hacer muchas cosas hacia adentro, con temas como la confianza en ti mismo y la seguridad.
Vestir bien y 8 formas en las que lleva al éxito
Cuando te ves bien, te sientes bien
Incluso la Universidad de Harvard ha confirmado esta teoría, que dice que, cuando tu ropa te queda, te favorece y te hace ver bien, entonces te sientes mucho mejor contigo mismo, y eso permite que te relaciones mejor con los demás, que sientas que perteneces en los lugares en los que estás, esto genera un mejor estado mental para trabajar y más positividad, pero también para estar satisfecho con lo que haces todos los días.
Seguridad y confianza
Vestir bien no solo genera bienestar y comodidad, la psicología dice que cosas como los Power Outfits pueden hacer que confíes más en ti mismo, que tengas un mayor nivel de confianza, que creas en tus habilidades y que sientas que eres una persona valiosa, y todo eso se transmite a las demás personas y puede hacer que te tomen más en serio o que se te abran más puertas.
Piensas en el “big picture”
No necesariamente tienes que ponerte un traje, pero vestir bien, de acuerdo Ray Smith de Wall Street Journal, ayuda a que tengas una mentalidad de “jefe”, lo que significa que tienes más posibilidades de pensar en la imagen completa y en el futuro, lo que permite que determines mejor las prioridades, que puedas prepararte para el futuro y que puedas identificar cuáles son los pasos que debes estar dando ahora para llegar a donde quieres estar.
Transmites el mensaje correcto y causas una mejor impresión
La ropa que usas es una especie de tarjeta de presentación, que puede hacer que dejes una buena o una mala impresión en las personas que llegas a conocer, incluso puede hacer que estén más abiertos a escucharte, a creerte, a considerarte un buen candidato, y a que te recuerden por más tiempo que a otras personas.
Evita la fatiga de las decisiones
Esto aplica cuando, además de vestir bien, logras construir un uniforme. Lo que pasa con los uniformes es que permiten que te vistas bien con mayor facilidad y sin tener que estar pensando demasiado por las mañanas, y, de acuerdo con muchos expertos, esto ayuda a evitar la fatiga de las decisiones, con lo que vas a poder enfocar tu energía mental en las cosas que realmente importan y aprovechar mejor tu tiempo.
Atraes a las personas correctas
Debido a que la ropa que usas puede causar la impresión correcta, esto permite que también puedas acercarte o atraer a las personas que te interesan y que realmente pueden hacer una diferencia en su vida. Las personas se sienten más atraídas (y no hablamos solo de lo romántico) a quienes son más parecidas a ellas, así que vestir como un CEO o como una persona exitosa puede hacer que ese sea el tipo de personas que se acerquen a ti, ya sea para darte consejo o para abrirte oportunidades.
Estás concentrado y enfocado
De acuerdo con The Sharpsuitter, un estudio del 2015 determinó que, cuando vas bien vestido, entonces consigues un mayor nivel de pensamiento abstracto, mejorar tu concentración y logras estar más enfocado en las tareas que debes realizar, con esto puedes resolver los problemas que se presentan de manera más eficiente y reduces la posibilidad de cometer errores, o de distraerte con cosas sin importancia que te van a robar tiempo y energía.
La productividad fluye
Al estar concentrado y enfocado, entonces puedes volverte más productivo, lo que significa que puedes terminar tus pendientes de manera más rápida y no vas a tener que trabajar horas extra simplemente para cumplir tus fechas de entrega o fechas límite. Y no solo se trata de hacer más en el día, sino de poder hacer las cosas bien.
Fuente. gq.com