Lunes, 20 de noviembre del 2023
Lo último con lo que deberías lidiar cuando estás con el estrés a tope es con un grano molesto, pero probablemente hayas notado que uno especialmente grande siempre aparece en el peor momento. O tal vez, cuando el trabajo se siente abrumador, tu eccema se desata con furia, ¿te suena familiar?
Si siempre has sospechado que tu piel parece comportarse de lo peor y el molesto acné se dispara cuando tu vida está hecha un desastre, prepárate para sentirte al menos un poco validado. Esto es lo que debes saber si tu piel te tiene, bueno, estresado.
Inflamación, el principal efecto del estrés en tu piel
“Muchas afecciones cutáneas están relacionadas con una liberación inapropiada de sustancias químicas inflamatorias”, dice Richard Fried, médico, dermatólogo certificado, psicólogo clínico y director clínico de Yardley Dermatology Associates en Pensilvania.
La inflamación es la palabra de moda por excelencia. En su núcleo, la inflamación es la respuesta de tu sistema inmunológico a una amenaza percibida para tu bienestar, y tu piel es la primera línea de defensa de tu cuerpo. Este proceso intrincado desempeña un papel crucial en mantenerte saludable porque quieres que tu cuerpo repela sustancias dañinas, como bacterias y virus. Una forma en que lo hace es inundando tu sistema con células y sustancias químicas protectoras. A corto plazo, esta forma de inflamación puede provocar enrojecimiento de la piel (un síntoma que depende en gran medida de tu tono de piel), picazón, hinchazón, dolor y calor en una zona específica.
Pero tu cuerpo también puede reaccionar exageradamente a sustancias que normalmente no son un gran problema (¡hola, alergias!) o situaciones que no necesariamente justifican una reacción inmunológica intensa. A veces, esa cosa es el estrés. “La respuesta al estrés —ya sea que te esté persiguiendo un tigre dientes de sable, tengas una fecha de entrega en el trabajo o la escuela, o tengas problemas con la familia o tu pareja— es siempre la misma”, dice Fried. “Tu sistema inmunológico se prepara para la batalla”.
¿Brote por estrés o piel hipersensible?
La forma de actuar cuando estás estresado también influye en cómo se ve y se siente la piel
Si tocarte la cara es uno de tus hábitos ansiosos y siempre te salen granos o te irritas cuando estás estresado, eso puede deberse menos a la función de tu sistema inmunológico y más al resultado de introducir lo que sea que tengas en las manos en tu rostro (bacterias, suciedad y otras cosas desagradables que a tu piel no le gustan particularmente). “El acné tiene mucho que ver con que las personas toquen sus caras”, explica Nagler. “Siempre hablo de eso con mis pacientes”.
El estrés también puede hacerte más propenso a descuidar hábitos que te hacen sentir bien. “Por lo general, cuando estamos experimentando mucho estrés, pasamos menos tiempo cuidándonos”, menciona Bennett. “Si no estás durmiendo bien, si no estás dedicando tiempo a lavar tu rostro, si no estás comiendo bien o bebiendo suficiente agua, eso puede afectar negativamente tu piel”.
Esto se debe en parte a que tu sistema inmunológico funciona mejor cuando le das a tu cuerpo y mente lo que necesita, pero también porque descuidar cosas como el descanso, las comidas regulares y la higiene personal a menudo simplemente te hace sentir peor. Puede convertirse en un ciclo brutal.
Fuente. gq.com