Martes, 21 de noviembre del 2023
Hay todo tipo de personas inteligentes y muchas maneras en las que pueden poner en práctica su sabiduría y conocimientos, y a veces esos conocimientos las llevan a entender que hay ciertas cosas que es mejor no hacer, en especial cuando estás en el trabajo y lo que se busca es tener una mayor productividad, ser más eficientes y estar más organizados.
Para la mayoría de las personas, trabajar es una necesidad, hay que hacerlo para ganar dinero, pero también para sentirnos útiles y para tener un propósito, pero el trabajo puede ser agotador y frustrante, y es por eso que hay que abordarlo de una forma más inteligente.
Hay que desarrollar buenos hábitos y buenas prácticas que ayuden a construir el éxito, y una persona inteligente sabe que también hay que evitar ciertos errores que pueden convertirse en grandes obstáculos del crecimiento personal y profesional.
Lo que pasa cuando evitas errores o malos hábitos es que tienes menos posibilidades de estar estresado y fatigado, puedes trabajar mejor, tener un balance entre lo profesional y personal, y puedes lograr tus objetivos de manera más fácil, así que hay que aprender a identificar las cosas que no son tan buenas e intentar cambiarlas.
Las personas inteligentes evitan estas 6 cosas en el trabajo
No toman más de lo que pueden manejar
Hay quienes creen que la clave para crecer en el trabajo y destacar es haciendo cada vez más cosas, tomando más responsabilidades y nunca rechazando un trabajo o proyecto, pero en realidad eso puede ser contraproducente.
Cuando tu carga es muy pesada y estás haciendo más de lo que puedes o debes, entonces hay más posibilidades de cometer errores, de tener burnout, de no poder concentrarte y de tener estrés y ansiedad crónicos, y eso puede evitar que llegues a tus metas.
No intentan hacerlo todo solas
Las personas inteligentes, como Bill Gates y como lo fue Steve Jobs, saben muy bien que el trabajo en equipo y la colaboración es la mejor manera de llegar al éxito, no solo porque puedes dividir la carga de trabajo entre varias personas, sino porque puedes aprender cosas diferentes, tener nuevas ideas, rodarte de expertos en cosas que tal vez no dominas.
El éxito puede ser personal, pero para alcanzarlo hay que estar abiertos a pedir ayuda, a hacer preguntas, a ver cómo es que los demás hacen las cosas, a rebotar ideas y a construir un gran equipo para resolver los problemas.
No trabajan sin un plan
Así como no es buena idea entrenar sin un plan, tampoco es buena idea trabajar sin uno. No tener un plan evita que puedas establecer prioridades, tiempos de trabajo, fechas de entrega, o que sepas qué es lo que necesitas hacer para conseguir lo que quieres.
Es importante entender qué es lo que quieres lograr y a dónde quieres llegar, así puedes asegurarte de que toda tu energía y esfuerzo se invierten en las cosas correctas.
No pierden el tiempo
Lo que hay que entender aquí es que descansar, pasar tiempo con los amigos y la familia, tener un hobby y dormir no son maneras de perder el tiempo, pero procrastinar, darle demasiadas vueltas a las cosas o dejar las cosas importantes para otro día si lo son.
El buen manejo del tiempo es un arma poderosa de las personas inteligentes y es lo que les permite poder hacer todo lo que necesitan, desde trabajar bien, hasta desarrollarse y crecer en el terreno personal.
No se llevan el trabajo a casa
Claro que puede haber momentos en los que hay mucho que hacer y las cosas no se alcanzan a terminar en las horas de trabajo, pero eso no significa que llevar el trabajo a casa sea ideal.
Lo que pasa es que, cuando te llevas el trabajo a casa, entonces tienes menos tiempo para descansar, relajarte, despejar tu mente y buscar otros intereses, y eso lleva a la fatiga física y mental, lo que puede afectar negativamente tu desempeño, productividad, capacidad de concentración y satisfacción con tu trabajo.
No llegan tarde
¿Crees que llegar tarde no es un problema grave? En realidad sí lo es, ya que cuando llegas tarde comienzas el día estresado y acelerado (penado que tienes que alcanzar a los demás que llegaron a tiempo), además de que tienes menos tiempo para hacer todo lo que necesitas y puedes llegar a sentir que debes ir más rápido, haciendo que no puedas poner tanta atención en los detalles y en la manera de hacer las cosas.
Fuente: gq.com