Jueves, 8 de febrero del 2024
Christian McCaffrey, corredor de los San Francisco 49ers, tiene unos brazos descomunales, lo suficientemente grandes como para tener vida propia. Es cuestión de tiempo antes de que uno de los bíceps de la estrella de los gambusinos se extienda y atrape un balón de fútbol americano.
El jugador de 27 años, selección de primera ronda en el draft de 2017, ha tenido una campaña descomunal en la NFL y esta temporada ha sido un actor clave para que su equipo haya llegado al superdomingo.
Como colega de Brock Purdy en el backfield, McCaffrey tiene una serie de responsabilidades que requieren que vaya mucho más allá de centrarse en su físico ya impresionante. Por el bien de un rendimiento óptimo —y con la mira bien puesta en conseguir el anhelado Super Bowl 2024—, el nativo de Colorado ha perfeccionado desde su estrategia de sueño hasta lo que come. De hecho, después de que fuera seleccionado hace siete años, descubrió una serie de intolerancias alimentarias que necesitaban ser eliminadas de su dieta. El jugador habló con GQ sobre su nueva dieta, que ocasionalmente incluye papas y galletas.
¿En qué momento comienza tu día?
Christian McCaffrey: Me levanto alrededor de las 8 de la mañana, lo cual no está mal del todo, teniendo en cuenta que trato de acostarme a las 10 o 10:30 de la noche. Durante un tiempo, probé cómo era mi recuperación con solo ocho horas de sueño, y aunque a veces eso puede estar bien, me gusta dormir nueve o más horas. Siento que puedo despertarme por mi cuenta si he dormido nueve horas. Cuando lo hago, me siento genial y estoy listo para empezar el día.
¿Cuéntanos cómo descubriste que tienes algunas intolerancias alimentarias?
Trabajé con un chef cuando entré por primera vez en la liga. Hicimos todos mis análisis de sangre y descubrimos exactamente a qué soy sensible, en qué soy deficiente, qué necesita mi cuerpo. Tuve que eliminar muchas cosas: pollo, atún, trigo y soya. Fue como una especie de mini desintoxicación por un tiempo. Ahora, todo lo que como es pertinente a lo que necesito para mi mejor rendimiento.
¿Entonces, qué desayunas?
Dos horas antes de empezar a entrenar, me gusta comer un buen desayuno. Así que, en un lunes, que es un día de entrenamiento lineal explosivo, solo como yemas de huevo —no puedo comer claras de huevo—, y luego tendré algo como un puré de camote con avena y tal vez algo de fruta. Y luego, 30 minutos antes de jugar o entrenar, tomo mis suplementos.
¿Cuándo vuelves a comer durante el día?
Después de mi primer entrenamiento del día, beberé mucha agua, tomaré otra cucharada de suplemento pre-entrenamiento y algunos aminoácidos. Luego, normalmente haré algo de levantamiento de pesas. Puede ser cualquier cosa, desde levantamientos olímpicos hasta ejercicios pliométricos con una sola pierna.
¿Y luego el almuerzo?
Como inmediatamente después del entrenamiento. El almuerzo podría ser algo como un chili de bisonte con papas. Tal vez agregue pimientos y verduras en algún tipo de guiso. Me gustan las sopas porque son muy fáciles de comer. Después del almuerzo, voy a un centro de recuperación cerca de donde vivo. Si necesito ayuda con los tejidos blandos o si siento algo en mi tobillo o isquiotibiales, allí lo solucionan. Y luego me echo una siesta.
¿A qué hora es la cena?
Me levanto de la siesta, y trato de cenar a las 7 de la noche. Eso me da algo de tiempo para digerir mi comida y relajarme. Comeré algo como un bistec con camote o aguacate, y siempre bebo mucha agua. Bebo al menos cinco litros de agua al día. Diría que gran parte es por la mañana. Tomo medio litro antes de hacer cualquier otra cosa.
Echo de menos los días en los que podía hacer lo que quisiera. Podía empezar a correr y no tenía que pensar en calentar o asegurarme de estar bebiendo suficiente agua de antemano. Me haría daño si intentara hacer eso ahora.
¿Tienes días libres?
Los miércoles suelen ser más un día de recuperación o un día de tratamiento completo. Así que incorporo cosas como ejercicios de estiramiento, entrenamiento en la alberca, tiempo en el sauna, un baño de contraste, crioterapia y un masaje. Debido a que es un día de entrenamiento más ligero, ingeriré menos calorías. Todo está estructurado en función de mi peso y de lo que quiero pesar. Si estoy un poco más ligero, entonces mis macros aumentarán.
¿Te molesta comer siempre lo mismo?
No, me encanta que mi dieta sea sencilla. De lo contrario, me metería demasiado en la cabeza pensando en todo eso, en que tengo que hacer esto y aquello. Cuanto menos piense en las comidas y todo lo demás, más me puedo concentrar en mi deporte, y mejor juego.
¿Comes algo que no venga de tu chef?
Sí… de vez en cuando tengo una cheat meal, por lo general los sábados por la noche. Afortunadamente, no soy muy aficionado a los dulces. Pero me encanta el sushi, y los Doritos Cool Ranch son definitivamente mi placer culpable. Esos y las galletas Oreo. No puedo tener ninguno en casa. Si como un Dorito, me como toda la bolsa entera. Cero autocontrol (risas).
Fuente: gq.com