¿Cómo dejar de ser apática? 7 consejos para superarla

Es normal que tengas días en los que tu batería esté al 10% o simplemente no tengas ganas de ser productiva. Pero “¿cómo dejar de ser apática?”, es una pregunta que deberías hacerte únicamente cuando estos síntomas se repiten muy seguido (tipo, la mitad de la semana). Pero en cuanto notes que empiezan a ser más frecuentes, será mejor que te pongas manos a la obra para evitar que aumenten y te causen alguna enfermedad grave. Sobre todo porque, más que una enfermedad por sí misma, la apatía se trata de un síntoma de otros síndromes mentales, como la depresión, el burnout, o incluso el Alzheimer.

¿Qué es la apatía?

La apatía es una conducta maladaptativa causada por un malestar anímico moderado de larga duración que se manifiesta principalmente por la falta de interés, voluntad y motivación para realizar cualquier tipo de actividad. Este déficit emocional y cognitivo puede ser provocado tanto por factores internos, como la ansiedad o la baja autoestima; de hecho, en el libro Fundamentos de psicología positiva (2010) se define a la apatía como “el resultado de la sensación individual de no poseer el nivel de conocimientos necesarios para afrontar un reto, o bien de no percibir desafíos”. Pero también influyen en gran medida los factores externos, como el estrés laboral, los problemas económicos, las normas sociales, o la vida rutinaria.

Si en tu caso no te sientes afectada por estos factores, tal vez estás lidiando con una cuestión nutricional. Según una investigación publicada por el Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C., hay estudios bioquímicos que señalan que la apatía también se puede deber a la deficiencia nutricional del aminoácido tirosina, lo que provoca niveles bajos de catecolaminas o de hormonas tiroideas.

¿Cómo dejar de ser apática? 7 formas de lograrlo

Sé amable contigo misma

Lo primero que debes saber es que, sea cual sea el causante de tu apatía, no es bueno que te reclames por lo que estás pasando. ¿A quién le gusta que lo estén regañando todo el tiempo por algo que salió mal? Pues al cerebro por lo menos no; así que acepta la situación que estás atravesando y enfócate en lo único que puedes hacer: recuperarte. Además, este síntoma es mucho más común de lo que te imaginas, ¿y cómo no?, con tantos factores que lo causan es apenas lógico que haya una pandemia de apatía.

Dale un refresh a tu rutina

Decíamos que uno de los impulsores de la apatía es la vida rutinaria. Entonces, este segundo consejo se trata básicamente de hacer cambios en tu rutina diaria. Sí, las rutinas y los hábitos son necesarios porque automatizan muchas tareas que de hacerlas con demasiada atención todos los días, serían un desperdicio de tiempo muy valioso. Pero inevitablemente llegará el día en te aburran o simplemente no tengas ganas de seguirlas al pie de la letra. Sé permisiva contigo en ese sentido: si no quieres hacer pesas, toma una clase de pilates; si hoy no quieres cocinar, pide delivery. Así, no solo te despejarás un poco, sino que también extrañarás tu rutina y volverás a disfrutar de llevarla.

Haz cambios en tu estilo de vida

Ahora bien, si hacer pequeñas modificaciones a tu rutina no es suficiente, eso quiere decir que más bien necesitas renovaciones de fondo. Analiza tu agenda: define cuáles actividades son inamovibles y con cuáles puedes jugar. Entonces, por ejemplo, si tienes que trabajar de nueve a cinco de la tarde, invierte tu horario de entrenamiento de la tarde a la mañana o viceversa.

Reacomoda tu espacio

Muchas veces el aburrimiento viene de ver las mismas cosas todos los días: la misma cama, el mismo baño, la misma cocina, el mismo lugar de trabajo, la misma ruta; etc. Si bien no siempre es posible mudarse o cambiar de empleo, sí se pueden hacer pequeñas renovaciones reversibles en tus espacios. Digamos que te choca que tu cama esté frente a la ventana porque te deslumbra la luz del día, pues muévela a modo de que la ventana quede atrás de la cabecera.

Come alimentos ricos en tirosina

Ya sabes que si tu cuerpo no tiene cantidades suficientes de tirosina, no habrá poder humano o místico que pueda quitarle la apatía. Los alimentos ricos en este aminoácido son los lácteos, las legumbres, los frutos secos, las semillas, el plátano, el aguacate, las carnes rojas y el pescado. Además, esto te dará un nuevo hobbie: buscar y cocinar recetas con estos ingredientes. ¿Suena bien, no?

Busca a tu partner in crime

Es mucho más difícil recuperarte de la apatía tu sola no porque seas inútil, sino porque el síntoma afecta principalmente tu capacidad de voluntad, de modo que justamente la falta física de levantarte de la cama y hacer cosas es completamente imposible. Es como si estuvieras en un pozo de veinte metros de profundidad: por más que saltes y saltes, jamás lograrás salir a menos que alguien te saque. Para salir del hoyo de apatía necesitas ayuda de un tercero que entienda tu situación y tenga la convicción de jalarte hacia la superficie.

Tratamiento psiquiátrico y/o psicológico

El último consejo que te ayudará a dejar de batallar con la apatía es acudir con un profesional de la psiquiatría, quien te ayudará a determinar si hay una enfermedad delicada que te esté causando estos síntomas. En cualquier caso, lo más probable es que te envíe con un psicólogo que te ayude a corregir tus conductas maladaptativas mediante terapia.

Fuente: glamour.com