Qué hacer para no enfermarte muy seguido: 10 buenos hábitos que debes implementar

Si estás pasando por una mala racha de salud y crees que tu sistema inmunológico está dormido, seguramente te has preguntado qué hacer para no enfermarte muy seguido. Pero lo más probable es que no sea culpa de tus defensas, sino que te estás exponiendo demasiado a los diferentes gérmenes, virus y bacterias que están por todos lados. Especialmente en épocas de frío, cuando los cambios bruscos de temperatura son constantes y difíciles de evitar, las probabilidades de contraer un resfriado, influenza e incluso COVID-19 aumentan.

Pero eso no significa que solo en invierno debes poner en práctica hábitos de higiene que te mantendrán lejos de los estornudos, la tos, el escurrimiento nasal, los dolores de cabeza y estomacales, y otros síntomas comunes de las infecciones bacterianas y virales. En realidad, en cualquier época del año puedes enfermarte de muchas cosas, así que, si quieres salir de ese ciclo de malestares, tienes que ser más precavida con tu salud.

Aquí te dejamos una guía con recomendaciones higiénicas para evitar, en la medida de lo posible, enfermedades prevenibles. Esto no quiere decir que no te enfermarás ni en una sola ocasión, pero definitivamente acudirás al médico mucho menos de lo que lo has hecho hasta ahora.

Hábitos que debes implementar si ya no sabes qué hacer para no enfermarte muy seguido

Lávate las manos constantemente

Probablemente, el consejo más famoso de todos, pero paradójicamente el menos atendido. Hacemos todo con las manos, así que estas son la parte de nuestro cuerpo que más está en contacto con gérmenes, bacterias y virus de las superficies que tocamos. Por eso es importante que después de que estés en contacto con cosas poco higiénicas laves tus manos muy bien (no te olvides de las uñas), especialmente si tienes el hábito de tocar tu cara boca u ojos con las estas, y también si estás a punto de cocinar, ir al baño o tocar a otra persona. De esta manera evitarás contagiarte a ti y los demás.

Limpia tu celular constantemente

El celular está bailando de un lado al otro todo el tiempo y es la superficie ideal para transportar gérmenes, bacterias y virus sin que te des cuenta. Por eso, hace unos meses se viralizaron unos dispositivos que usan sobre todo en China para desinfectar constantemente los celulares. Aunque muchos piensan que es un desperdicio de dinero comprarlos, en realidad es una inversión que te ahorrará muchas consultas y compras en farmacia al año.

No compartas platos, vasos u otros utensilios

Es típico que cuando vas a comer con una amiga tú pides un plato y ella otro para que puedan compartirlos y no quedarse con las ganas de probar diferentes opciones del menú. Pero aunque sea una persona de tu total confianza, no es lo más recomendable, ya que no sabes exactamente si esa persona está libre de cualquier microorganismo infeccioso, inclusive sin que se haya dado cuenta. Esto no quiere decir que jamás vas a poder compartir tu comida con nadie, sino que debes ser muy cuidadosa con ello. Por ejemplo, puedes pedir un plato extra para que pongas ahí una porción de tu plato y viceversa.

Ventila tu hogar

El cultivo de bacterias, gérmenes y virus se logra en espacios húmedos, donde no hay suficiente ventilación. Todas las tardes, especialmente cuando el sol está más fuerte, es muy bueno que abras todas las ventanas y puertas de tu casa para que pueda correr el aire y en su camino se lleve todo lo que no es bienvenido.

Come alimentos limpios y bien cocidos

No hay peor enfermedad que las estomacales; tan solo de pensar en vómitos, diarreas y náuseas es suficiente tortura. Por eso debes cuidar con mucha atención ingerir únicamente alimentos que estén desinfectados (especialmente si los comerás crudos) o en su punto de cocción ideal para que no te transmita ninguna bacteria. Si cocinas habitualmente o estás empezando a hacerlo, es muy importante que también tengas en cuenta prevenir la contaminación cruzada mientras preparas tus alimentos; esto es manipular alimentos ya listos para comer con utensilios o zonas donde has trabajado carnes crudas, pues infectarás los otros ingredientes con salmonela y otro tipo de bacterias presentes en la proteína animal.

Termina tus tratamientos médicos en tiempo y forma

Cuando decides acudir al médico y este te receta los medicamentos necesarios para aliviar tu malestar, pero no los tomas religiosamente a la hora y de la forma indicada, o peor aún, si los interrumpes o no los terminas, su efecto simplemente será un susto para las bacterias o los virus que te infectaron. Si quieres realmente erradicarlos y generar anticuerpos para la próxima vez que intenten entrar en ti, necesitas cumplir con el tratamiento al pie de la letra durante el tiempo que te lo receten para que haga efecto a largo plazo.

Toma suplementos

Después de enfermarte, incluso cuando ya estás recuperada, tu cuerpo queda parcialmente debilitado porque sus niveles de minerales y vitaminas no están en donde deberían. Llevar una dieta balanceada es un buen remedio, pero no siempre es suficiente; para esos casos en que te sientas extremadamente débil o simplemente quieras asegurar que tu recuperación sea del 100%, consulta a tu médico por los suplementos que puedas añadir a tu dieta, en qué presentación, cómo tomarlos y por cuánto tiempo.

Se muy higiénica con tus mascotas

Mantener la higiene de tus mascotas impecable si tienes un compañero peludo en casa (o más) es indispensable que seas híper cuidadosa con su higiene, ya que precisamente por su pelo son perfectos acumuladores de microorganismos e incluso insectos como las garrapatas que te pueden causar enfermedades graves. Báñalos constantemente, mantén sus zonas para defecar bien limpias, hazles una limpieza express cada que regresen a casa de andar por fuera, y mantente alejada de sus hocicos y patitas porque es ahí donde donde también se acumula la suciedad.

Haz ejercicio

El ejercicio ayuda a mantener a tu cuerpo fuerte por fuera y por dentro. Es la manera más efectiva de entrenar tu organismo para que tenga las herramientas que lo ayuden a enfrentar los agentes externos malignos. Procura en la medida de lo posible hacer mínimo tres horas de ejercicio a la semana.

Lleva una alimentación balanceada

Para poder rendir en tus sesiones de entrenamiento y demás actividades necesitas combustible y ese es nada más y nada menos que la comida. Llevar una dieta balanceada te sacará de la cabeza la pregunta qué hacer para no enfermarte muy seguido porque dotará a tu cuerpo de todos los nutrientes que necesita para funcionar como debe y que ninguno de sus sistemas de defensa esté trabajando con bajos recursos. En este paso está implícito hidratarte y medir las porciones de alimentos procesados, altos en grasas, azúcares y sodio que pueden ser la causa directa de enfermedades graves, como la diabetes.

Fuente: glamour.com