Martes, 5 de marzo del 2024
Desde lo alto de sus 1.93 metros, Filippo Ganna reparte sonrisas y bromas. La ocasión para conocer de cerca al plusmarquista piamontés —campeón olímpico, múltiple campeón mundial de contrarreloj en carretera y pista y poseedor del récord de la hora UCI con 56,792 kilómetros— es la presentación del nuevo capítulo de la iniciativa Authentic Project, con la que Garmin celebra las grandes hazañas de sus embajadores que han utilizado la tecnología para lograrlas. Un ciclo inaugurado con el alpinista Simone Moro.
Hoy es el turno de Filippo Ganna, que cumplirá 28 años el próximo 25 de julio, llamado a contar, ante un público de aficionados, los momentos que cristalizaron el histórico récord del 2022, que devolvió a Italia después de 38 años el récord que había sido de Francesco Moser. Al repasar la hazaña, el campeón se detiene en los momentos más difíciles del desafío: “Durante la primera media hora no pensaba en nada. En los siguientes 15 minutos, en cómo podrías lograr algo grande, mientras que en los últimos 15 minutos, otra vez en nada: solo quería caerme para poner fin a la agonía. Incluso esperaba que se ponchara una llanta o que pasara cualquier otra cosa y terminar la competencia en ese momento”, cuenta el ciclista.
El encuentro con el campeón, celebrado en el nuevo Garmin Premium Dealer en Milán, en la Via San Paolo, fue la oportunidad de ver de cerca la bicicleta utilizada para batir el récord en pista, la Pinarello Bolide, una pieza única de alta costura ciclista, el primer y único ejemplar fabricado en 3D. Un “escaparate itinerante” que también se exhibirá en otras joyerías.
El campeón está trabajando para los Juegos Olímpicos de París 2024, por supuesto, donde apunta no a uno, sino a dos oros, en pista en el cuarteto y en ruta en la competencia contrarreloj. No perdimos la oportunidad de hacerle algunas preguntas sobre su entrenamiento y alimentación.
Es esencial divertirse durante el entrenamiento
“El entrenamiento en bicicleta ocupa un promedio de 3 a 4 horas al día: nada excesivo, pero tampoco poco. En invierno también se hace entrenamiento en el gimnasio, principalmente ejercicios de fuerza y pliométricos”. En resumen, se trabaja duro, pero también hay tiempo para el descanso, de vez en cuando.
“Durante el campamento de entrenamiento, el único momento libre es después de la cena, cuando me doy el gusto de ver una película o una serie. Cuando estoy en casa, en cambio, por la tarde puedo encontrar tiempo también para mí y para mi familia”. Más allá del aspecto técnico, hay una cosa en la que Filippo cree de verdad: “En el entrenamiento hay que divertirse, si no, cambias de trabajo. También somos humanos, a veces tenemos pensamientos, estamos menos cargados. Hay días en los que entrenas con más ganas y otros con menos”.
El aporte correcto de carbohidratos y proteínas
La dieta del ciclista, se sabe, es muy rigurosa: debe estar bien equilibrada para garantizar al organismo el correcto aporte de azúcares y proteínas, fundamentales para cargar adecuadamente las baterías antes de un esfuerzo prolongado, pero sin sobrecargarse en exceso. Pero a veces, no en competencia, Filippo se permite algún capricho: “Me gusta mucho comer y mi plato favorito es la parrillada mixta acompañada de una buena cerveza. La vida es una y no es solo la que vivo en el ciclismo”, explica, mientras observamos de reojo el tentador bufé del aperitivo. “Luego, los sacrificios forman parte del juego, son necesarios para lograr resultados. Pero tampoco debes romperte la cabeza”. Hay una actitud relajada en él, cómplice de su naturaleza, pero también de la temporada.
Durante la temporada baja, Ganna no se priva de nada, siempre en el rango de un atleta, por supuesto, pero con la temporada a la vuelta de la esquina, no se relaja: “En este período en el que estoy enfocado en la nueva temporada, no me pesan los sacrificios. Nunca estoy todo el año al 100% de nada ni de todo”. Un ejemplo de equilibrio, sobre la bicicleta y fuera de ella.
En el equipo de Ganna, INEOS Grenadiers, por supuesto, hay un nutricionista que sigue a los atletas con indicaciones precisas, pero incluso en este caso el ciclista admite alguna pequeña transgresión. “Si nos dicen que comamos 150 gramos y nos dan 160, está bien igual. Te aseguro que hay gente que pesa cada gramo”. Pero el campeón sabe hasta dónde llegar, durante los ciclos de entrenamiento, escuchando a su propio cuerpo: “En general, me conozco, sé que para ciertos objetivos debo perder peso o perder masa muscular, y en esos momentos sé qué debo comer y cuándo comer para poder alcanzar el objetivo”.
No hay que renunciar a nada, pero la ingesta de carbohidratos y proteínas debe ser adecuada. “Antes de las carreras, suelo desayunar un omelette con jamón acompañado de arroz. Si hay entrenamiento, le añado 4-5 rebanadas de pan tostado, además de café. Para almorzar, depende de si el día implica un trabajo más o menos intenso: suelo comer unos 250-300 gramos de arroz y pasta, además de una proteína, y para cenar depende del trabajo que haya que hacer al día siguiente. Generalmente, se opta por los carbohidratos y a veces, para cargas más intensas al día siguiente, se acompañan de proteínas”. También hay lugar para la cerveza después de la carrera, muy apreciada por los aficionados. “Después del trabajo de distancia, una cerveza es mi recompensa. Pero solo cuando no hay carreras a la vista”.
Antes de despedirnos, le preguntamos qué es lo que más le gusta de su trabajo, y Filippo no duda un segundo en explicar que el deporte, aunque sea individual, es un ritual colectivo que sirve para inspirar a la gente. “Me gusta la idea de estimular a alguien a tener un sueño, quizás a escribir un pedazo de historia. Este es uno de los factores que me impulsa a superarme continuamente y a buscar nuevos estímulos”.
Fuente: gq.com