Lunes, 11 de marzo del 2024
Ya sea que trabajes en una oficina o hagas home office, sí o sí hay ejercicios que debes hacer si pasas mucho tiempo sentada, pues aunque tengas una setup ergonómico que te haga más livianas las largas jornadas frente a la computadora, necesitas estirar los músculos, lubricar tus articulaciones e incentivar el flujo sanguíneo constantemente para que tu cuerpo no se atrofie.
Trabajando desde tu casa es muy sencillo darte un descanso de 5 minutos para hacer una rutina de estiramientos sin importar que incluya pararte de manos y dar una marometa. Pero si estás en una oficina, es probable que te sientas incómoda si tus compañeros te ven mientras relajas un poco tu espalda, manos y piernas con ejercicios muy llamativos. Para esos momentos en que no tienes mucho tiempo o quieres pasar desapercibida mientras te relajas, esta rutina de tres ejercicios rápidos y silenciosos te salvarán de un costoso tratamiento fisioterapéutico o quiropráctico.
5 ejercicios rápidos y silenciosos para relajar tu cuerpo si pasas mucho tiempo sentada
Flexiones de muñecas
Uno de los ejercicios favoritos de los pianistas profesionales consiste en doblar sus brazos a 90 grados con las manos estiradas y las palmas hacia el piso. Luego llevan ambas manos hacia afuera y después hacia adentro. Les encanta porque, además de relajar sus muñecas, es una forma de entrenar su flexibilidad para que puedan alcanzar las teclas del piano con mayor facilidad. Si quieres, puedes agregar el clásico giro de muñecas con los puños cerrados hacia un lado y hacia el otro que todo entrenador incluye en los primeros 5 minutos de estiramiento.
Estiramiento de cuello
El siguiente músculo en el que debes enfocarte es el cuello, ya que en este (junto con la espalda) recae la mayor parte de la tensión provocada por el estrés y los problemas laborales. So, para este segundo ejercicio que debes hacer si pasas mucho tiempo sentada debes comenzar por enderezar tu espalda y colocar las palmas de tus manos sobre el escritorio; después, baja tu cabeza en diagonal hasta que sientas cómo se estira el lado contrario del cuello al que te estás inclinando. Haz lo mismo del otro lado y repite las veces que necesites hasta sentirte relajada.
Activación de omoplatos
Una de las zonas más conflictivas para los masajistas son los omóplatos; ya sabes ese músculo entre la columna y los llamados “huesos de ala”. Los estiramientos de esta parte de la espalda alta son más elaborados en comparación con el resto de ejercicios que debes hacer si pasas mucho tiempo sentada. Pero hay uno enfocado en la activación de los omóplatos que, después de mucho tiempo con la columna encorvada para ver mejor la pantalla de la computadora, se siente de maravilla. Se trata de estirar completamente la espalda para luego subir los hombros hacia las orejas, llevarlos hacia atrás (escucharás tu espalda tronar), bajarlos y moverlos hacia adelante hasta que la espalda esté completamente curva. Haz cada paso lentamente y enfocando la tensión en la espalda alta hasta que no puedas hacer una repetición más.
Flexiones de rodilla
Sentada en la silla con la espalda recta y las manos sobre tus muslos, estira lentamente la pierna derecha hacia el frente con el pie doblado en 90 grados hasta que esté recta; sostén un par de segundos. Alterna y repite cuantas veces te lo pidan tus rodillas.
Camina
Hay mil y un pretextos para caminar al menos 5 minutos en la oficina, puedes ir al baño y fingir que olvidaste algo, regresar, volver a irte y regresar de nuevo; fingir que estás en una llamada larga y aprovechar para recorrer toda la oficina; llevar un 1:1 por los corredores; etcétera. Si trabajas desde casa te queda mucho más fácil: puedes tomar una llamada desde tu celular y dar las vueltas que alcances en lo que termina; jugar un ratito con tu mascota o sacarla a pasear; dedicar 10 minutos a dar una vuelta por tu colonia o por el parque más cercano; y más. Estos movimientos no solo le permitirán a tu cuerpo restablecer la circulación de la sangre, sino que también te ayudarán a despejar tu mente, así como a apartar tus ojos un buen rato de la luz azul.
Fuente: glamour.com