Lunes, 1 de abril del 2024
Conseguir que nuestro maquillaje se vea impecable no es una tarea imposible, hay que conocer los pasos en que se debe de preparar la piel y así tener una base hidratada que sostenga por muchas horas cada uno de los productos.
Además de los elementos básicos hay que considerar una skin routine que se adapte a nuestras necesidades, por eso antes de comprar cualquier producto hay que conocer los tipos de piel que se dividen en normal, seca, grasa y mixta.
Limpieza: el primer paso de la rutina
No podemos empezar a maquillarnos si nuestro rostro no está limpio, esto ayuda a que liberemos los poros y evitemos irritaciones e imperfecciones posteriores. Al retirar las células muertas le damos más luz a nuestro semblante, si queremos mantener nuestra piel joven no debemos omitir este paso tan importante.
Hidratación: una fácil aplicación
Tener una piel deshidratada abre camino a numerosos defectos, uno de los principales problemas a la hora de terminar nuestro maquillaje son las grietas que se generan en las comisuras de los ojos y en los alrededores, esto se puede reducir al tener una rutina que tenga como prioridad la humectación.
Protector solar: el paso más importante
Este producto ha ganado popularidad con el paso de los años y su uso es indispensable para aquellas personas que buscan evitar manchas, enrojecimiento, alergias y daños irreparables en la piel. Para cada tipo de rostro hay uno ideal y algunos ya vienen con tinte para simular una base de maquillaje, lo fundamental a la hora de seleccionar nuestro bloqueador es que mínimo tenga una protección FP50 UV.
Primer: el lienzo perfecto
De todos los pasos aquí mencionados el primer puede ser el menos indispensable pero su uso hace la diferencia, funcionando como una prebase que ayuda a disimular las marcas del acné, reducir texturas y cerrar poros. Un buen elemento en los días de mucho calor y sequedad ayudando a que se mantenga por más tiempo todo el maquillaje.
Base: para una piel lisa
La base tiene la función de tapar cada una de las imperfecciones de nuestro rostro, hay que tener cuidado en su selección para escoger la tonalidad correcta y poder cambiar parte de nuestra estructura. Su versatilidad es una de sus características ya que podemos escoger de sus diferentes presentaciones como la base líquida, en polvo, crema o en barra.
Correctores: dando los últimos detalles
Ciertas partes de nuestro rostro requieren mayor atención como son las ojeras, manchas de sol o granitos inesperados que pueden desaparecer al usar un corrector de tonalidad más clara que nuestra base. Podemos contornear, resaltar los pómulos, preparar los párpados y más.
Polvo compacto: una capa de protección
El último paso para sellar todo el trabajo es el polvo compacto que podemos pasar por la nariz, boca y ojos con toquecitos para no quitar el corrector o esparcir la base. Ayuda a quitar el brillo no deseado y permite que podamos mantener el mismo look por más horas.
De acuerdo a la actividad de cada persona se puede cambiar la rutina de maquillaje. La piel influye en el número de productos que usemos pero hay que recordar que mientras más nos cuidemos e hidratemos menos será la cantidad de base y correctores que deberemos usar.
Fuente: marieclaire.com