Martes, 4 de junio del 2024
Meditación para dormir profundamente en 5 minutos
La técnica que te guiará hacia el mejor descanso posible
Nunca habrías imaginado que una buena meditación para dormir sería la solución a tus problemas de insomnio.
Seguramente has experimentado esa horrible sensación de llegar a la cama con todas las ganas de dormir profundamente y, aunque te sientas cansada, no logras conciliar en sueño. Aunque lo intentas con todas tus fuerzas, no lo logras, el tiempo avanza y las horas de descanso se van haciendo menos, lo cual tiene como consecuencia un estrés del sueño.
No pasa nada, desafortunadamente es más común de lo que parece y también más sencillo de solucionar de lo que te imaginas. Es aquí donde la meditación nos ayuda a mejorar nuestra calidad del sueño.
¿Cómo utilizo la meditación para dormir mejor?
Meditar antes de dormir es una de las actividades más eficientes para evitar el insomnio, sin embargo, no todos los tipos de meditación son los óptimos para una rutina de descanso, pues es bien sabido que la meditación con mantras es una relajación activa que no está diseñada para conciliar el sueño, en este caso utilizaremos la técnica mindfulness, cuyo punto central son las sensaciones del cuerpo.
Prepárate para comenzar a meditar
El camino hacia un sueño reparador también se construye desde un par de horas antes de que vayas a la cama, así que te daremos una pequeña guía para que tengas el espacio propicio para realizarlo.
Meditación para dormir profundamente
Esta meditación para dormir profundamente consta de 3 pasos que son muy sencillos de realizar y te guiarán hacia el sueño que necesitas.
Respiración consciente
Comenzarás recostándote completamente recta con las palmas de las manos hacia abajo y las piernas ligeramente separadas, poniendo toda la atención en tu respiración, comenzando con series de 5 segundos, esto quiere decir:
Repite durante 10 ciclos, y suelta tu cuerpo. El conteo de tu respiración ayudará a calmar tu mente, mientras que tu cuerpo comienza a relajarse a medida que comiences los ciclos. Una vez que hayas terminado, deja que fluya a un ritmo natural y continúa prestando atención a tu cuerpo.
Escanea tu cuerpo
Esta es la parte más importante de tu meditación y se trata de prestar atención a cada una de las partes de tu cuerpo, sobre todo en aquellas donde sientas tensión.
Manteniendo la postura inicial, comenzarás este recorrido enfocando cada una de tus extremidades iniciando por la punta de los pies y recorriendo hacia arriba, lentamente siente como cada una de ellas se vuelve ligera, casi imperceptible, hasta el punto donde no seas consciente de ellas.
Imagina un lugar que te dé paz
En vez de dejar que los momentos estresantes del día se apoderen de tus pensamientos, vamos a construir un escenario donde te sientas tranquila y feliz, puede ser un bosque, la playa, un lugar cerrado o incluso el cielo.
Imagínate recostada y presta atención a todos los detalles del lugar en el que te encuentras, trata de percibir su clima, si hay viento, si hay algo sucediendo mientras tú estás descansando. Deja que toda tu atención se centre en este momento y poco a poco suéltalo, deja que tu mente se relaje, que tome su propio camino hacia el sueño más reparador que has imaginado.
Fuente: glamour.mx