Martes, 4 de junio del 2024
Así es como las mujeres consiguieron el derecho al voto en México
El voto de las mujeres no siempre fue una realidad en México. Después de una lucha por su derecho, así es como ahora son libres de votar.
El próximo domingo 2 de junio se efectuarán las elecciones presidenciales y es imposible ignorar su relevancia. Más allá de lo que este acto democrático representa, hay que destacar que se trata de un hecho histórico y sin precedentes en México. En estas elecciones, dos mujeres y un hombre contienden por el cargo político más importante el país.
No cabe duda que es un hito, no solo porque dos mujeres estarán en la boleta de las elecciones presidenciales, sino también porque ambas dominan en las encuestas previas. Sin embargo, en un momento como este, podría ser fácil olvidar que las elecciones como las conocemos no siempre han sido así. Parte de la lucha del movimiento feminista se encausó en los siglos XIX y XX con el objetivo de lograr el sufragio femenino.
Es por eso que en Marie Claire México hemos realizado un breve viaje a la historia para recordar cómo se logró que se reconociera el derecho al voto de la mujer en México.
El nacimiento de los movimientos sufragistas
La historia se puede remontar a 1791, donde en la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana, Olympe de Gouges reclamaba que la mujer debiese tener igualdad de derechos políticos. Tristemente, fue llevada al tribunal revolucionario en 1793 y se le condenó a muerte.
Sin embargo, se reconoce que el movimiento sufragista comenzó en 1848 con el Manifesto de Seneca Falls, la primera convención por los derechos de la mujer, llevada a cabo en Estados Unidos.
Nueva Zelanda fue el primer país en autorizar el voto a las mujeres mayores de 21 años, el 19 de septiembre de 1893. Kate Sheppard fue líder en el movimiento sufragista que obtendría este primer logro, pero fue hasta 1919 que también pudieron participar en contiendas.
Pero esta no fue una lucha pacífica, en Inglaterra las protestas y huelgas de movimientos feministas resultaron en arrestos y violencia, dado que muchas participaban en huelgas de hambre. Tiempo después, alcanzaron el derecho a voto en 1918, no obstante, se establecieron requisitos de edad y propiedad.
Yucatán, tierra clave para el voto de las mujeres en México
Cualquiera podría pensar que estos acontecimientos, al ocurrir a cientos o miles de kilómetros de distancia, no tendría ninguna repercusión en nuestro país, pero la verdad es otra. A través de revistas femeninas se compartían en México ensayos sobre temas de sociedad y política.
Laureana Wright y Mateana Murguía comenzaron a publicar el primer semanario feminista de nuestro país llamado Violetas del Anáhuac. Al mismo tiempo, Hermila Galindo y Artemisa Sáenz escribían sobre la importancia del voto femenino en un semanario llamado Mujer Moderna.
Esto desemboca en la organización del Primer Congreso Feminista de Yucatán en 1916. Se llevó a cabo en el Teatro José Peón Contreras en Mérida, impulsado por Felipe Carrilo Puerto y el general Salvador Alvarado, gobernador de Yucatán.
La mayoría de las asistentes fueron maestras, ya que esta era una de las únicas profesiones disponibles para las mujeres en ese momento. Se discutieron temas respecto a la democracia, la igualdad de salarios, la educación y la participación activa en la vida política.
Ese mismo año, Hermila Galindo escribió al Congreso Constituyente en Querétaro: «No existe razón fundamental para que la mujer no participe en la política de su país, pues sus derechos naturales son indistintos a los del hombre».
«Y, por consecuencia, los que se derivan de esos derechos que debemos considerar como primordiales, no hay razón para que a la mujer se le nieguen. Es cosa aceptada y sancionada en principio general de la justicia, por el juicio moral de todas las sociedades civilizadas, que la igualdad ante la ley debe ser completa».
Mujeres en la política mexicana
Galindo fue la primera mujer en postularse como candidata a un cargo público y después de ella llegaron figuras como Rosa Torre González, primera regidora en México o Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche y Raquel Dzib Cicero, primeras mujeres electas diputadas al Congreso del Estado de Yucatán.
El derecho al voto de la mujer comenzaría a materializarse bajo el mandato de Lázaro Cárdenas, quien priorizó la reforma al artículo 34 de la constitución, solicitando el derecho a la mujer de votar y obtener cargos de elección popular.
Se aprobó en ambas Cámaras del poder legislativo, pero no fue hasta 1953 que Adolfo Ruiz Cortines promulgó esta reforma y se publicó en el Diario Oficial de la Federación.
La democracia como un actividad siempre perfectible
Se garantizó en la Constitución Mexicana que las mujeres tuvieran el derecho a votar, pero siempre se puede mejorar la democracia. Con el concepto de la interseccionalidad surgen nuevos desafíos como la inclusión de mujeres indígenas o de la comunidad trans en la vida política.
Aunque ya se ganó el reconocimiento del derecho al voto, la lucha de las mujeres en México continúa. Ya es más común ver a lo largo y ancho del país candidatas a diferentes cargos, incluso a la presidencia. La búsqueda de la igualdad en derechos y la seguridad de las mujeres sigue siendo una prioridad dentro del movimiento feminista.
Fuente: marieclaire.com