Sábado, 3 de agosto del 2024
El amor romántico está desapareciendo, pues cada vez es menos la gente que quiere seguir practicándolo. Esto causa sensaciones encontradas en muchas personas, habiendo quienes anhelan esos hábitos de romance y conquista que eran los usuales durante tantos años, promoviéndolos como mejores para mantener las tradiciones y evitar complicarse, mientras que para otros, se trata de una refrescante oportunidad de renovar hábitos que perjudican la libertad y el respeto y así encontrar nuevas formas de amor que resulten más saludables para nuestros tiempos.
Sin embargo, más allá de la postura que cada persona tenga al respecto, no podemos negar que lo que consideramos que es el amor está permeado por una serie de referencias externas que no necesariamente coinciden con nuestras propias experiencias. Esto genera un choque entre expectativas y realidad que a casi todos nos ha llegado a afectar, después de todo, ¿quién sí ha podido vivir esa fantasía romántica que nos vendían en las películas y las canciones de amor?
Por ejemplo, para los detractores del amor romántico, este es uno de los puntos en los que hay que detenerse a repensar. El cine, la literatura, la música y en general la cultura, nos han ofrecido una versión del amor en donde las cosas solo suceden de cierta manera, con roles de género muy claros, con finales felices (aunque esto muchas veces implique algo de sumisión y pocos límites) y, la mayoría de las veces, con situaciones de dependencia emocional del tipo “no puedo vivir sin ti”, que frecuentemente escuchamos en pegajosas melodías que suenan en la radio, lo cual ha llevado a muchas personas a cuestionar si esta es realmente la forma en que quieren vivir sus relaciones personales, dudando incluso del concepto de amor romántico en sí. Te contamos detalles.
¿Qué es el amor romántico?
El llamado amor romántico defiende la idea de que cuando una persona ama de verdad, es capaz de soportar todo tipo de situaciones con tal de mantenerse en una relación con una persona. Y aunque es verdad que estar en una relación comprometida implica un esfuerzo constante para sacar adelante los acuerdos más allá de las adversidades, la perspectiva más extrema de estas ideas lleva a que la gente pueda incluso soportar violencia con tal de mantenerse a lado de alguien. Por ejemplo, en el amor romántico te harán creer que debes apoyar a tu pareja siempre, incluso si no toma en cuenta tus propias necesidades, o que debes perdonarle todo, incluso si sobrepasa tus límites personales.
Hace algunos años, parecía que esta era la forma más usual de relacionarse amorosamente. Después de todo, las generaciones de nuestros padres y abuelos tuvieron que caer en prácticas de este tipo para mantener a flote un vínculo por muchos años (al menos en algunos casos), en donde uno de los dos tuvo que soportar maltrato o adaptarse a situaciones que no les gustaban, como una infidelidad, con tal de no separarse. Cabe aclarar que estas prácticas muchas veces han estado atravesadas por ideales conservadores, como aquellos que ven negativamente el divorcio, así como por aspectos relacionados al género, con la sumisión femenina como una tendencia repetitiva.
Sin embargo, hoy en día ha sido difícil mantener estas dinámicas, pues los derechos de las mujeres han aumentado su exigencia, las historias de amor se han podido diversificar en internet y otros medios y hasta la monogamia como única forma de vínculo se ha cuestionado.
¿Por qué la gente ya no quiere amor romántico?
En línea con el punto anterior, el hecho de que se han comenzado a cuestionar los roles de género, que se accede a mayor diversidad de manifestaciones culturales, que la gente tiene cursiodiad por explorar formas de vinculación, etc. el amor romántico parece haber quedado atrás para muchas personas. Después de todo, hoy en día nadie quiere sacrificarse por completo en nombre de un sentimiento, como el amor. Y este es quizá uno de los motivos principales por los cuales la gente ya no quiere amor romántico.
Cada vez somos personas más independientes, tanto a nivel económico como emocional, lo cual hace difícil aceptar una dependencia ajena. Además, la idea de que en el amor el sufrimiento es válido ha sido cada vez menos normalizada, pues ya sabemos que esto puede conllevar a formas de violencia que es importante anular. Por otro lado, el tiempo a solas o con amistades también es cada vez más valorado, y así la idea de pasar todo el tiempo solo con una pareja ha ido en decadencia. Incluso la exclusividad y posesión se ponen en duda ahora, cuando las personas ya no ven la practicidad en ello ni su efecto real en el amor que sienten por una persona.
Entre todos estos cambios culturales e ideológicos, varios mitos del amor romántico como “el amor todo lo puede”, “los celos son una forma de manifestar el amor”, “el conflicto es parte de las relaciones siempre” y muchos más, han sido cada vez más cuestionados, dando oportunidad a crear nuevas formas de relación que sigan basándose en el amor, pero que lo hagan de forma saludable y consensuada.
Fuente. gq.com