¿Cómo salir de una relación no deseada?

¿Alguna vez te has preguntado cómo salir de una relación no deseada? O peor aún, ¿has pasado de una situación casual a una relación formal y, de repente, te encontraste con un anillo en el dedo, un bebé en brazos y una pareja a tu lado, cuando solo querías algo sin compromiso? Esta es una descripción dramatizada, pero no tan lejana de la realidad.

Escucho con frecuencia a hombres – amigos, citas, seguidores y lectores – decir que este escenario no es tan raro.

Tomemos como ejemplo a mi buen amigo Alex. Es un hombre fuerte, un culturista y un fortachón, el tipo de persona que querrías a tu lado en un callejón oscuro. Justamente este gigante me envió una nota de voz hace poco. “Mimi, necesito tu ayuda. Esta mujer con la que estoy saliendo ya está planeando nuestras vacaciones, y no sé cómo salir de esto”.

“¿La de Tinder?”, pregunté. “Pero solo se han visto dos veces. ¿Ya tuvieron sexo?”.

“Sí, justo ella, y sí, lo tuvimos”, confirmó Alex. “Ella es muy atractiva, pero no quiero nada más con ella. Sin embargo, creo que ya está planeando nuestra boda y no sé cómo terminar la relación sin hacerle daño”.

Involucrarse en una relación no deseada: Esta situación surge más rápido de lo que piensas

No creerías cuántas veces he escuchado historias similares. En mi experiencia, el escenario comúnmente es así: ELLA quiere una relación, ÉL no. Y aun así, ambos terminan juntos en un departamento o incluso en el altar. No quiero demonizar a nadie, y menos a las mujeres que esperan una relación de un coqueteo. Es normal y hermoso tener esas esperanzas. También conozco a muchos hombres que no saben lo que quieren y solo comunican su indecisión cuando la otra persona ya está profundamente enamorada, lo cual es igualmente frustrante.

Sin embargo, también sé que hay personas – tanto hombres como mujeres – que emplean la manipulación emocional para obtener una relación. Por miedo a quedarse solos, por querer cumplir con expectativas sociales, o porque buscan estabilidad financiera. A veces, simplemente se enamoran muy rápido. Estas son afirmaciones antifeministas, lo reconozco, pero a veces son realistas. Es trágico, porque detrás de estas expectativas a menudo hay traumas de la infancia, juventud o relaciones anteriores, y el miedo a no cumplir con las expectativas sociales.

He notado que estas personas a menudo son insistentes en sus demandas de compromiso y no dejan que la persona a la que buscan se libere tan rápidamente.

Este fue el caso de Alex. Él reunió el valor para hablar con su cita sobre sus preocupaciones. Le dijo que quería ir despacio y que, debido a su trabajo, tenía poco tiempo para verse con frecuencia. Ella lo escuchó, pero no lo tomó en serio. “Mira, si te subes al tren, llegas rápido a mi casa. Podríamos vernos más seguido si tú quisieras. A MÍ me encantaría verte más”.

Una mezcla de culpa, palabras dulces y una propuesta concreta, expresada por una mujer que mi amigo encuentra “muy atractiva”. “Me lo está poniendo muy difícil”, me escribió Alex. “¿Y ahora qué hago?”

“Si no lo sientes, deberías terminarlo”, le aconsejé. “De lo contrario, solo habrá más drama”.

Sé sincero con la otra persona

Si te encuentras en una situación similar, te recomiendo hacer una evaluación honesta desde el principio. Ten claro lo que buscas y lo que no, preferiblemente antes de inscribirte en aplicaciones de citas. Está bien si solo buscas algo casual o una amistad con beneficios, siempre y cuando lo comuniques claramente a tus posibles parejas.

Así lo hizo Alex, quien en su perfil de Bumble había indicado que no buscaba nada serio. Aun así, después de dos citas, su compañera ya tenía grandes expectativas. ¿Qué hacer en ese caso? Terminar la situación rápidamente. No hagas compromisos con los que no te sientas cómodo. Alguien que no respeta tus límites y trata de manipular su entrada en tu vida no merece estar en ella. Dile claramente: “No quiero esto, y tú lo sabías. Por favor, acéptalo”.

Si tu cita reacciona mal o sigue insistiendo, tienes mi permiso para desaparecer de su vida.

Es importante que no te dejes manipular y que sepas cómo salir de una relación no deseada. Sin embargo, tendemos a hacerlo cuando nos gusta la persona que nos ha elegido como su pareja ideal. Tendemos a hacerlo cuando el sexo es fenomenal, o cuando conocemos a la persona desde hace tiempo y funcionamos bien juntos. Quizás te sientes culpable porque al principio no fuiste claro y le diste falsas esperanzas. Sea lo que sea, si la idea de una posible relación no te hace sentir bien, debes decírselo a la otra persona.

Sí, le dolerá, y quizás sus caminos se separen. Pero eso es mejor que estar atado a una pareja que no amas sinceramente.

Fuente. gq.com