Jueves, 15 de agosto del 2024
Protege tu salud emocional poniendo atención a las red flags de tus relaciones cercanas
Aunque son menos visibles, las red flags también existen en otras relaciones personales que no son de pareja, una amistad tóxica es perfectamente detectable…
Día a día todas las personas se enfrentan a sus propios demonios muchas veces adquiridos durante la infancia y desarrollados en la pubertad, las inseguridades y otros sentimientos que impactan directamente en las relaciones personales a veces están ocultos a simple vista, pero se presentan en cualquier oportunidad y determinan la forma y el rumbo que toman las relaciones.
Aprende a establecer límites claros en tus relaciones personales tras detectar las red flags de una amistad tóxica.
Estas son las red flags más comunes en una amistad tóxica
Aunque suelen ser menos visibles, las red flags en amistades tóxicas también existen y son más comunes de lo que creemos, al menos así lo concluyó un estudio realizado por la psicoterapeuta, Antonella Galli donde reveló que al menos el 83% de los y las participantes en dicho estudio han tenido al menos una amistad tóxica que desde el principio presentó red flags.
De acuerdo con la especialista, este diagnostico es alarmante debido a que las personas en general no suelen poner atención a estas señales en las relaciones de amistad como si lo hacen en las relaciones de noviazgo, por ejemplo, permitiendo que la toxicidad de una relación de amistad que no es sana escale hasta altos niveles cuando ya existe un daño irreversible en el vínculo.
Aunque estas relaciones tienen diferentes dinámicas según el sexo, suelen ocurrir tanto a hombres como a mujeres. Mientras que para las mujeres se manifiestan con exceso de atención y síntomas de envidia, en los hombres se dejan ver de modo agresivo, crítico y narcisista:
La misma investigación desarrollada por la Clínica Ricardo Palma reveló que algunas consecuencias de estar dentro de una amistad tóxica son el agotamiento de energía, la dificultad para poder expresarse, los sentimientos de culpa o vergüenza, frustración, obligación de cuidar o generar empatía y sensación de control.
Fuente: Cosmopolitan.com