Martes, 20 de agosto del 2024
Sigue estos hacks para controlar las lágrimas y no perder el control.
Si quieres dejar de llorar cuando estás enojado, ¡sigue leyendo! Una psicóloga nos comparte algunos tips MUY útiles.
Aunque no me considero una persona emocional, mi mejor amiga sí que lo es. Ella llora por todo (literal); ya sea al ver una película de amor, escuchar una canción o al ver lo tierno que es su perrito mientras duerme. Simplemente, no puede contener las lágrimas. Por supuesto, durante nuestras peleas (no importa lo absurdas que sea) también lo hace.
Lo sé porque somos roomies desde hace 10 años y de vez en cuando discutimos sobre los platos sucios, las facturas o el volumen de la tele por la noche. Estas conversaciones a menudo acababan en lágrimas (las suyas, no las mías).
OJO, no hay nada malo en llorar, pero si te gustaría cambiar este aspecto en ti y tener un mejor control de tus emociones, aquí te cuento más.
¿Por qué lloramos cuando estamos enojados?
La Dra. Molly Burrets, psicóloga clínica y profesora adjunta de terapia matrimonial y familiar en la USC, explica a la revista SELF que la confrontación, en general, hace aflorar emociones intensas, lo que provoca que algunos de nosotros nos sintamos abrumados; por ejemplo, cuando nos alzan la voz o nos hacen una crítica.
En otras palabras, es una respuesta fisiológica completamente natural que se tienen ante situaciones tensas. “Cuando percibes una amenaza o experimentas mucho estrés, tu cuerpo reacciona con lágrimas como una forma de liberar la tensión”, explica la especialista. “Es por eso que te sientes mucho mejor después de hacerlo”, agrega.
Y por si te estabas preguntando, algunas personas (como mi amiga), sí pueden ser más sensibles a la acumulación de emociones y se llenan de lágrimas en cuanto sienten la mínima oleada de frustración o tristeza.
“Si lloras con facilidad, también puede ser señal de que te cuesta procesar y comunicar tus emociones”, comenta la Dra. Molly. Esto puede deberse a que tu familia evitaba los conflictos cuando eras pequeño y te regañaban si hablabas de tus sentimientos.
“Estos problemas más profundos pueden dificultar que encuentres palabras que reflejen con precisión lo que estás sintiendo”, dice la Dra. Burrets. “Como resultado, llorar puede ser una forma de comunicación no verbal”, afirma.
¿Cómo dejar de llorar cuando estás enojado?
Aunque llorar es natural y saludable, es posible que te encuentres en situaciones en las que quieras contenerte. Tal vez te interrumpe cuando te peleas con tu pareja y no te dejan mantener conversaciones constructivas o simplemente estás harto de tener los ojos rojos e hinchados todo el tiempo cuando discutes.
En realidad, puedes aprender a llorar menos mediante un proceso llamado regulación emocional. Hay muchas maneras de hacerlo, pero la clave está en experimentar hasta que encuentres una táctica que te funcione. Aquí tienes cuatro opciones que podrían ayudarte a ganar algo de control para dejar de llorar cuando estás enojado.
Practica la respiración profunda
Si tú y tu hermano se pelean por los planes de las próximas vacaciones (sin duda, la peor conversación) y te dan ganas de llorar, concéntrate en tu respiración.
Estos ejercicios (como inhalar profundo, contener la respiración durante cuatro segundos y exhalar) relaja el sistema nervioso, lo que reduce el estrés y suprime las ganas de llorar, según la Dra. Burrets.
Sé más consciente de tus pensamientos
Cuando empiezas a sentirte angustiado, se recomienda decir mentalmente el alfabeto al revés (Z, Y, X, W...). “Te da algo más en lo que concentrarte”, señala la Dra. Burrets, por lo que te sientes menos abrumado por la preocupación o la agitación que surgen durante una discusión.
Otra táctica para dejar de llorar cuando estás enojado, es centrando tu atención en los sentidos. Piensa en cinco cosas que puedas ver, cuatro que puedas sentir, tres que puedas oír, dos que puedas oler y una que puedas saborear. También puedes hacer un escaneo corporal; céntrate en las sensaciones de cada parte del cuerpo, empezando por la cabeza y bajando hasta los dedos de los pies.
Mantén la cama y repite afirmaciones positivas
Anota algunas afirmaciones que puedas decirte a ti mismo cuando, por ejemplo, termines peleándote con tu mejor amiga. Tal vez sea “Estoy tranquilo y en control” o “Estoy haciendo lo mejor que puedo y eso es suficiente”.
Fuente: glamour.com