Jueves, 22 de agosto del 2024
El People Pleasing no es la mejor forma de hacer las cosas, de construir relaciones o de avanzar en tu trabajo y tu carrera. En realidad, puede ser una razón por la que siempre estás ocupado, abrumado y completamente agotado, tanto en tu trabajo como en tu vida personal.
Claro que es bueno decir que sí, aceptar ayudar a otros o dar un extra de vez en cuando para conseguir un objetivo, pero, es muy diferente ser una persona abierta y cooperativa a ser una persona que cayó en comportamientos del People Pleasing.
Un people pleaser cree que siempre debe decir que si a todo lo que le piden y eso es lo que termina haciendo, pensando que eso puede ayudar a que se destaque en el trabajo o a que construya mejores relaciones, pero, de acuerdo con Psych Central, “las investigaciones sugieren que decir que sí con demasiada frecuencia en el trabajo puede dar lugar a sobrecarga de recursos, reducción de la calidad del trabajo y sensación de agobio con demasiadas tareas”.
Es completamente normal que sintamos las ganas o la necesidad de hacer felices a los demás (ya sea a nuestras parejas, amigos, familias, compañeros de trabajo o al jefe), lo que no es normal es que, por estar intentando hacer felices a los demás todo el tiempo, terminemos sin tiempo para nosotros, sobrecargados con tareas y responsabilidades y con fatiga física y mental.
¿Cuáles son las señales del People Pleasing?
“Una persona complaciente es una persona que antepone las necesidades y deseos de los demás a los suyos. Es posible que siempre digas que sí cuando quieres decir que no, o que estés de acuerdo con alguien cuando no compartes realmente su opinión. Las personas complacientes suelen actuar de esta manera porque quieren agradar, encajar o evitar conflictos”, dice Calm.com.
La Cleveland Clinic explica que el People Pleasing puede ser causado por cosas como la baja autoestima, la ansiedad, la depresión o el miedo al abandono, entre otras cosas.
¿Y cuáles son las señales de que podrías ser uno?
• Dificultad para decir que no (o pensar que siempre debes decir si)
• Baja autoestima
• Sentir culpa cuando pones tus necesidades primero
• Miedo al rechazo
• Dices que sí a todo lo que te piden y siempre terminas con demasiadas tareas, pendientes o actividades
• Te cuesta decir tu opinión porque crees que es mejor estar de acuerdo con los demás
• Siempre tomas la culpa o la responsabilidad de las cosas que salen mal
• Evitas los conflictos
• Estás siempre estresado y abrumado
• Sientes que los demás se aprovechan de ti
• No estás satisfecho en tus relaciones y sientes que no son balanceadas
¿Cómo dejar de hacer People Pleasing?
Establece límites
Los límites son importantes en todo tipo de relaciones y situaciones, ya que están ahí para protegerte y para evitar situaciones abusivas o que vivas agotado y con estrés.
Calm.com dice que debes decidir “qué estás dispuesto a hacer y qué no. Puede que al principio te resulte incómodo, pero es importante comunicar tus límites a quienes te rodean. Incluso cuando la gente te ponga a prueba, cíñete a ellos y recuerda por qué los necesitabas desde el principio”.
Identifica tus prioridades
De acuerdo con Psych Central, una buena forma de combatir el People Pleasing es aprendiendo a reconocer tus propias prioridades y a ponerlas primero. Debes identificar qué es lo que quieres, qué personas son importantes para ti y cuáles son los objetivos que quieres lograr, así es mucho más fácil decir que NO a las cosas que no combinan con esas prioridades personales.
Cuidado personal y autocompasión
Cuando eres un People pleaser, el cuidado personal puede quedar en segundo plano o en el olvido, y eso es parte de lo que hace que te sientas agotado, frustrado o inseguro.
“Cuidarse a uno mismo consiste en aprender a hacer un balance de lo que se siente física y emocionalmente. Lamentablemente, esto no es algo que las personas que buscan complacer a los demás suelan tener en cuenta. Aprender a priorizar el cuidado personal producirá cambios muy positivos en el bienestar general”, dijo el Dr. Adam Borland a la Cleveland Clinic.
Por otro lado, Calm dice que también hay que practicar la autocompasión, que consiste en ser amable contigo mismo, tratarte con respeto y tener un tono más positivo cuando te hablas a ti mismo.
Aprende a decir que NO
Lo primero que hay que reconocer es que decir NO está permitido, eso no te hace una mala persona, una mala pareja o un mal compañero de trabajo, te hace una persona que sabe que no es una máquina y que entiende que su energía es limitada.
Así que es importante que empieces a decir NO cuando no puedes hacer algo, cuando no tienes tiempo o las ganas, y que te mantengas firme una vez que lo hagas.
Psych Central dice que una buena forma de aprender a decir NO es retrasando el sí, por ejemplo, aceptando una tarea o una petición, pero indicando que necesitas algo de tiempo para empezar a hacerla, o que vas a hacer otra cosa primero antes de empezar. Pero, definitivamente no necesitas poner excusas para justificar tu NO.
No te disculpes en exceso
Claro que debes pedir perdón si hiciste algo, si dañaste a una persona o si cometiste un error, pero no tienes que disculparte por todo o todo el tiempo.
“Pedir perdón constantemente puede reforzar la idea de que tus necesidades son menos importantes que las de los demás. Si cometes un desliz, sé amable contigo mismo. Cada nueva oportunidad es una oportunidad para volver a intentarlo”, dice Calm.com.
Fuente. quien.com