Viernes, 30 de agosto del 2024
Tener límites de pareja es sumamente importante para que las relaciones puedan funcionar, para que se mantengan sanas, fuertes, estables, duraderas y felices, pero también para proteger la conexión y a las personas que forman parte de la relación.
Necesitamos aprender a poner límites en todo, ya sea en el trabajo, en las amistades y en la relación con la familia, pero es especialmente sano que lo hagamos cuando construimos una relación, ya que con la pareja se construyen muchas cosas, además de que la vida se comparte y se debe trabajar en conjunto para llegar a las metas. Cuando no hay límites, hay más posibilidades de que la relación se vuelva tóxica, desbalanceada o que llegues a sentirte agotado o que tus comportamientos de People Pleasing puedan empujarte a sacrificar tus necesidades.
Los límites no son herramientas para controlar a la otra persona o reglas escritas en piedra, sino formas de mantener una buena dinámica y de evitar problemas, malos entendidos o conflictos. De acuerdo con Help Guide, también son importantes porque ayudan a que puedas mantener tu identidad, tu salud mental y tu bienestar físico, y con eso vas a ser mucho más feliz en tu relación.
Sobre los límites, el psicólogo Mike Traverse escribe en Psychology Today que “al establecerlas claramente desde el principio, se crea una base sólida, que puede soportar los desafíos inevitables que toda pareja enfrenta”, además de que dice que, independientemente del resto de los límites que quieras establecer, hay 3 que todas las parejas necesitan si quieren durar.
Los 3 límites de pareja que todas las relaciones necesitan, según la psicología
Lo que se espera para el futuro
Traverse dice que hay que hablar sobre el futuro lo antes posible, analizando las expectativas, los planes y la visión que tienen de la relación en el futuro, hablando de cosas como el estilo de vida, los hijos y las propiedades.
pareja estén en la misma página, específicamente, las páginas que más les importarán a ambos en el futuro”, escribe Traverse.
En este caso, los límites se refieren a no sacrificar las cosas que son realmente importantes para ajustarse a la visión del otro, sino en intentar entender si sus planes y objetivos van por el mismo camino, sin intentar imponerlos o forzar algo que simplemente no va a suceder. Claro que hay que hacer compromisos y llegar a puntos medios, pero también hay que entender y comunicar cuáles son las cosas que no están dispuestos a sacrificar. Esto, según el psicólogo, va a evitar que inviertas tiempo y energía en una relación que no te va a dar lo que necesitas.
El sexo y las necesidades
El sexo es un punto muy importante en las relaciones y es por esto que es un tema que hay que abordar con honestidad, con apertura y constantemente, porque las personas cambian y las necesidades sexuales también pueden hacerlo.
Traverse dice que el sexo puede contribuir a construir o a destruir una relación, y es por esto que es un tema en el que hay que tener límites muy claros. Es por esto que hay que tener una conversación sobre tus necesidades, deseos, fantasías, sobre la frecuencia e incluso sobre las cosas que no te gustan y no estás dispuesto a hacer.
“Es fundamental establecer límites claros y comunes sobre lo que se necesita para sentirse sexualmente satisfecho, especialmente a medida que la relación avanza más allá de la fase inicial y apasionada. Sin estas conversaciones, el sexo puede perder su significado y su alegría en la relación, lo que podría conducir a una insatisfacción en el futuro, lo que conlleva sus propias consecuencias potencialmente desagradables”, escribe el experto.
El papel de la familia
Hay quienes dicen que cuando te casas o tienes una relación con una persona, también te estás “casando” con su familia, lo que significa que sus padres, hermanos, primos y amigos ahora van a ser parte de tu vida también, la pregunta es ¿qué tanto?
Traverse dice que las relaciones románticas existen en conjunto con las otras relaciones que las persona puedan tener, es por esto que hay que tener límites claros sobre qué tanto pueden involucrarse esas otras personas en tu vida y tu relación. Por ejemplo, si no quieres a tus suegros en tu casa cada fin de semana, tienes que comunicarlo.
“Si usted y su pareja no comparten el mismo amor por sus respectivas familias, su relación se beneficiará si comparten límites que eviten las revelaciones no deseadas. Ambos miembros de la pareja deben ponerse de acuerdo sobre la frecuencia con la que pueden realizarse visitas y salidas, qué información se mantiene privada y qué información se comparte y hasta qué punto pueden participar los miembros de la familia en el funcionamiento interno de su relación. Ningún miembro de la pareja debería sentirse obligado a compartir su relación con personas que no se preocupan por él o con las que simplemente no se siente cómodo, incluso si son personas de sangre o de matrimonio”, explica.
Fuente. gq.com