Viernes, 6 de septiembre del 2024
Telómeros. Quédate con este nombre porque es posible que en ellos resida el secreto de la eterna juventud. Y no estamos exagerando. De hecho, las firmas cosméticas más punteras están estudiando estos biomarcadores en profundidad y desarrollando fórmulas de última generación para evitar su degradación y conseguir así retrasar nuestro reloj biológico. Pero ¿qué son exactamente y qué papel juegan en el proceso de envejecimiento?
Los telómeros son los extremos protectores de los cromosomas. Si te has quedado como estabas, ahí va una definición más mundana para que te hagas una idea más precisa: los telómeros son la versión microscópica de esos pequeños remates de plástico que tienen los cordones de las zapatillas para impedir que se deshilachen y mantenerlos unidos.
Cada vez que una célula se divide, y lo hacen constantemente para regenerarse, estas terminaciones se acortan un poco, hasta que llega el momento en que ya no pueden duplicarse más (el conocido como límite de Hayflick), provocando la muerte celular. Como nos explica Esther Moreno, facialista, cosmetóloga y fundadora de EM Studio, “este proceso está intrínsicamente relacionado con el envejecimiento, tanto celular como del organismo. La longitud de los telómeros es un indicador de la edad biológica, más que de la cronológica, y mantenerlos largos y saludables es esencial para retrasar la aparición de los signos de la edad”.
La longitud telomérica depende de dos factores: la herencia genética y el estilo de vida. En cuanto al primero, no podemos hacer nada, pero el segundo depende íntegramente de nosotros. Como nos cuenta Esther, “la mala alimentación, el estrés, la falta de sueño y el sedentarismo tienen un impacto negativo sobre nuestra salud y, por supuesto, también sobre nuestra piel. En cambio, seguir una dieta equilibrada, la correcta gestión emocional, disfrutar de un descanso reparador por la noche y practicar alguna actividad física de manera regular influyen muy positivamente en la longitud y la longevidad de los telómeros”.
Además, y con la ayuda de la rutina cosmética adecuada, puedes prolongar la juventud celular, combatir el daño oxidativo y la inflamación, ambos relacionados con el proceso de envejecimiento, y prevenir el desgaste de los telómeros. La experta nos da las cuatro claves para conseguirlo.
1. Limpieza diaria
No limpiar adecuadamente la piel cada día se traduce en la acumulación de suciedad y residuos en la superficie cutánea, lo que puede causar inflamación e irritación.
2. Cuidado con la sobreexfoliación
La exfoliación es buena e importante para la piel, pero realizarla con demasiada frecuencia o con productos muy abrasivos puede dañar la barrera cutánea y provocar inflamación y estrés oxidativo.
3. Protégete del sol y la polución
La exposición a la radiación ultravioleta y a la contaminación aumenta el daño oxidativo en las células cutáneas, acelerando el acortamiento de los telómeros. Para evitarlo, usa protector solar a diario y fórmulas antioxidantes que protejan la piel de estos agresores externos.
4. Activos telómero-friendly
Elige cosméticos que contengan ácido hialurónico porque, además de su gran capacidad para hidratar la piel, protege las células del estrés oxidativo; antioxidantes, como las vitaminas C y E, las proantocianidinas oligoméricas (OPC), la coenzima Q10 o el extracto de té verde, porque combaten los daños causados por los radicales libres, y factores de crecimiento, que son unas moléculas señalizadores que estimulan la actividad de las células y evitan que sus estructuras se degraden rápidamente.
Por último, Esther destaca que también “existen tecnologías, como la terapia con luz LED o la microestimulación, que han demostrado ser efectivas para mejorar la función celular y prolongar la vida útil de los telómeros”.
Así que ya sabes, a partir de ahora, menos preocuparte por la profundidad de las arrugas y más por la longitud de tus telómeros.
Fuente. gq.com