Lunes, 9 de septiembre del 2024
Del retorno del boho-chic al auge del cárdigan o el reinado del granate, desglosamos todas las primeras inspiraciones que hemos visto en las colecciones de la próxima temporada
Estrenamos mes, lo que implica que las tendencias de otoño-invierno 2024-2025 ya acaparan completamente nuestra atención. Se trata nuevamente de una temporada de contrastes: las apuestas se mueven con los códigos tradicionalmente masculinos del esmoquin y la suavidad y delicadeza que plantea el retorno del boho. Entre esas coordenadas podemos encontrar opciones de lo más dispares, como una invasión absoluta de texturas peludas que lo ha invadido todo (botas de yeti incluidas); la consolidación del estampado de leopardo como el hegemónico entre los motivos animales o el granate como color absoluto que lo teñirá todo de pies a cabeza. Aquí desglosamos las nociones que arrasarán con la bajada de las temperaturas.
Una estética: boho-chic
El debut de Chemena Kamali al frente de Chloé ha abierto la puerta a una tendencia de la que hemos hablado en temporadas anteriores y que parece consolidarse en 2024: la vuelta definitiva del boho-chic. Los vestidos vaporosos con volantes y las botas altas de ante son el uniforme que en los 2000 defendieron como nadie Sienna Miller, Kate Moss o las gemelas Olsen. Más allá de Etro o Ulla Johnson, que lo llevan en su ADN, otras firmas como Giambattista Valli o Rabanne han apostado por este imaginario hippie, con vestidos de encaje, bordados y múltiples pañuelos llevados a modo de capa. La clave este año pasa por la forma de combinarlo: el estilo bohemio se luce depurado, con pocos estampados, pocas capas, pocas influencias de otras culturas y sobre todo, pocos accesorios. Prima un collar grande, unas botas slouchy y un gran bolso boho para llevar encima todo lo que necesitas.
Un estampado: el leopardo
Si la canción del verano (en versión print) particular de 2024 ha sido el leopardo, estos fieros motivos seguirán extendiéndose hasta los meses del frío. Un abrigo de pelo en clave grunge como propone Nº21 o un lujoso top, en línea con Alaïa, pueden ser unas buenas inversiones. Pero la actualización para por un total look sin miramientos: así lo plantea Dior con shorts y visera a juego, y Zimmermann hasta con medias. La opción más elegante es sin lugar a dudas la de Michael Kors.
Un color: el rojo oscuro (casi granate)
Si hablamos de él en otoño de 2023, la temporada que viene no va a ser diferente: el rojo oscuro o cherry red se sigue erigiendo como el matiz absoluto de referencia. Resulta complicado no encontrarlo en clave total look: así, de pies a cabeza, sugieren llevarlo casas como Ferragamo o Bottega Veneta. El cuero es un formato que explorar en este tono, como propone Versace con sus vestidos corsé o Gucci con sus prendas cropped con zapatos de plataforma a juego.
Una prenda: el cárdigan
Si solo pudieras invertir en una prenda este otoño, que sea sin duda la chaqueta de punto. En patrón oversize puede ser la mejor compra que vayas a hacer esta temporada, ya que la clave de 2024 pasa por llevarla por partida doble. Así lo propone Chanel, con cinturón marcando silueta, o Miu Miu ,que incluye por debajo un jersey y una camisa por debajo. El total look es una sofisticada alternativa que puede ir del camel de Ferragamo al verde jaspeado de Gucci.
Un gesto: capa/ bufanda al hombro
Hay un gesto unánime entre todas las colecciones que hemos visto de cara al otoño-invierno 2024-2025, y se trata de echarse algo de abrigo al hombro. En muchos casos, como el de Rabanne o el de Dries Van Noten, se trata de una bufanda que se superpone al resto del look y atraviesa el torso de de manera cruzada. En el resto de propuestas, se trata de una capa que se lleva a tono con el resto del estilismo, desde el gris de The Garment al beige de Del Core. Otras veces la capa forma parte de una misma prenda, como las gabardinas satinadas de Prabal Gurung.
Una textura: pelo por todas partes
Es la tendencia absoluta del otoño-invierno: no hay diseñador que se haya resistido a incluir algún detalle de pelo en su apuesta invernal. Puede ser en pequeñas dosis, como un fajín. O distintos aderezos que juegan con las texturas del diseño al que acompañan. Es la idea de la que parte Simone Rocha, que contrasta sus habituales transparencias con añadidos a diferentes alturas de pelo marrón. En líneas generales, la nota más común es verlo a través de abrigos de pelo más o menos largos, que Michael Kors propone en rosa empolvado y Burberry en tonos tierra.
Fuente: vogue.mx