Lunes, 30 de septiembre del 2024
El auto más rápido del mundo pertenece a un club muy reducido, en el que los 400 km/h y una potencia superior a 1,000 caballos de vapor (CV) figuran entre los requisitos mínimos. Esto, por supuesto, sin tener en cuenta los precios, que superan considerablemente el millón de dólares.
Sin embargo, ser millonario tal vez no sea suficiente, porque a menudo se trata de vehículos fabricados en series limitadas y de muy pocos ejemplares o hechos a la medida. Incluso con los recursos económicos, hay que tener los contactos adecuados y coincidir en el momento oportuno.
La búsqueda de la máxima velocidad en un coche es un tema tan antiguo como la propia historia del automóvil. Y no hablamos de vehículos con forma de misil que baten récords y están diseñados para romper la barrera del sonido, sino de autos verdaderamente veloces que circulan libremente por las carreteras y las calles cumpliendo con la normativa actual de tránsito.
¿Velocidad o aceleración máxima?
Todo lo anterior tiene sentido si se refiere a la velocidad máxima de un auto en línea recta, porque si, en cambio, hablamos de la velocidad en el sprint desde el arranque –el clásico cero a 100 km/h–, el discurso cambia por completo y cobran mucha más importancia otros factores que tienen más que ver que la potencia máxima. Se trata del peso, la capacidad de tracción e incluso las relaciones de transmisión.
También están los límites físicos, es decir, los relativos a la capacidad de los neumáticos para descargar en el suelo el empuje recibido del motor. Hoy en día, los mejores superdeportivos logran una aceleración de cero a 100 km/h en algo menos de tres segundos, mientras que los vehículos eléctricos más potentes se acercan a los dos segundos, al igual que los coches de carreras más potentes, incluidos los autos de la Fórmula 1.
Todo nace con el Lamborghini Miura
Volviendo a la velocidad máxima, hasta los años sesenta, nadie consideraba esta métrica oficialmente; entonces llegó el Lamborghini Miura (1966) para cambiarlo todo, proclamando 275 km/h, antes de ser batido por el Ferrari 365 GTB/4 Daytona, que alcanzó los 280 km/h.
Este récord se mantuvo hasta 1984, cuando otro modelo del Caballo Rampante, el legendario Ferrari 288 GTO, paró el cronómetro en 303 km/h. Luego el límite fue superado por el Porsche 959 (1986) con 317 km/h, y de nuevo por el Ferrari F40 y sus 326 km/h en 1987.
Los números los sobrepasó el Bugatti EB110 en 1991 con 336 km/h, pero un año después le tocó el turno al Jaguar XJ 220 para mover el listón hasta los 349 km/h. En 1993 el McLaren F1 alzó la voz y marcó una velocidad de 372 km/h, que no volvió a ser superada hasta 2005 por el Koenigsegg CCR, que alcanzó los 388 km/h.
Más de 1,000 CV y 400 km/h
A partir de aquí, el argumento se vuelve más complejo, porque la resistencia aerodinámica aumenta en función de la velocidad al cuadrado. Significa que si la velocidad se duplica, la resistencia se cuadruplica y por eso para ir más rápido de los 300 km/h hace falta mucha más potencia, como el Bugatti Veyron de 1,000 CV que alcanzó los 408 km/h en 2005, y los 431 km/h en 2010 con la versión Bugatti Super Sport de 1,200 CV.
Tuvieron que pasar siete años para que el Koenigsegg Agera RS lo venciera, logrando los 447 km/h y otros dos para que Bugatti volviera a la cima, con el Bugatti Chiron Sport de 1,600 CV y 490 km/h.
Así llegamos al auto más rápido del mundo, pero antes de desvelarlo, es justo mencionar también a los cuatro competidores más veloces que lo precedieron.
Estos son los 5 autos más rápidos del mundo en 2024
Bugatti Veyron 16.4 Super Sport
El Bugatti Veyron 16.4 Super Sport es la última y más rápida evolución del proyecto Veyron. Comparado con la versión original, pesa 60 kg menos y tiene 200 CV más, para un total de 1,200. Durante la prueba de récord alcanzó y homologó 431.072 km/h, aunque el pico más alto superó los 434 km/h.
Koenigsegg Agera RS
El Koenigsegg Agera RS es el auto que llegó del frío norte de Europa para destronar al Veyron. Bajo la larga carrocería trasera ruge un V8 de cinco litros con doble turbocompresor que dispara más de 1,300 CV de potencia máxima. Suficiente para alcanzar los 447.49 km/h.
Bugatti Chiron Super Sport
El Chiron es el heredero del Veyron, el auto con el que Bugatti recuperó el récord de velocidad, establecido en 490.48 km/h. Su ficha técnica habla de una evolución del modelo, con el W16 de ocho litros y cuatro turbocompresores que ahora cuenta con 1,600 CV. Por cierto, el fabricante presentó en la segunda mitad del año pasado el Bugatti Chiron Super Sport “Golden Era”, que se creó como un encargo especial por parte de un coleccionista de la marca.
Hennessey Venom F5
Se supone que el Hennessey Venom F5 puede superar los 500 km/h, pero aún no se han realizado pruebas oficiales que lo demuestren. Su motor se llama “Fury” y es un V8 de doble turbocompresor de 6.6 litros, capaz de generar 1,817 CV.
SSC Tuatara
Finalmente, aquí lo tienes: el SSC Tuatara es el auto más rápido del mundo. Y también es el primer auromóvil de producción en serie que presume de alcanzar una velocidad máxima de más de 500 km/h, gracias a su motor V8 biturbocompresor de 5.9 litros, capaz de impulsar casi 1,800 CV. La velocidad máxima que alcanzó fue de 532.7 km/h. Por cierto, su precio de venta comienza en 1.9 millones de dólares.
Fuente. gq.com