Lunes, 7 de octubre del 2024
Nathalie Meer, creadora de este revolucionario método, ofrece una nueva vía para perder peso ahondando en las profundidades de la epigenética y la neurociencia.
En un mundo en el que abundan las dietas y cada nueva moda promete resultados milagrosos, el método Meer destaca por un planteamiento tan atrevido como intrigante: ¿Y si adelgazar no es una cuestión de calorías, sino de reescribir la historia grabada en nuestros genes?
¿Qué es el método Meer?
A primera vista parece muy alejado de las dietas convencionales. El método Meer no es un plan de alimentación de cinco pasos ni una serie de ejercicios para realizar en el gimnasio. Va mucho más lejos al cuestionar la relación que hemos tenido con la comida durante generaciones. “A menudo estamos desconectados de nuestra verdadera hambre”, explica Meer a Le Point.
Para ella, la clave está en identificar lo que realmente motiva nuestro apetito: ¿es una necesidad fisiológica o una respuesta emocional al estrés a menudo transmitida por nuestros antepasados? Un ejemplo de ello es cuando comemos por ansiedad.
Cuando nuestros antepasados dictan nuestras comidas
Este concepto de herencia inconsciente es fundamental en el método Meer. Se basa en la epigenética, la fascinante ciencia que explora cómo los acontecimientos vividos por nuestros antepasados influyen en nuestro comportamiento actual. Tus antepasados sufrieron la guerra, el hambre y el racionamiento, para sobrevivir sus cuerpos se adaptaron a las privaciones almacenando la poca comida que podían conseguir.
Hoy, aunque nunca te haya faltado nada, tu cerebro sigue respondiendo a esos viejos temores. ¿Cuál es el resultado? Comes por anticipación, por costumbre y para calmar ansiedades más que por una necesidad real. “He trabajado con personas que sin darse cuenta se terminan el plato, incluso cuando ya no tienen hambre. En ocasiones se trata de un miedo a quedarse sin comida transmitido inconscientemente por sus padres o abuelos que vivieron la guerra”, menciona Meer.
Neurociencia y comportamiento: la ecuación perfecta
Meer no se conforma con una explicación genealógica, la combina con los últimos avances de la neurociencia para explicar por qué nos cuesta tanto resistirnos a un chocolate después de una reunión estresante. “El cerebro humano ha encontrado en la comida una respuesta sencilla a problemas complejos: proporciona energía, placer y comodidad pero solo debe servir para nutrir nuestro cuerpo, no nuestras emociones”, explicó.
El objetivo del método Meer es volver a escuchar a nuestro cuerpo. Nathalie Meer invita a sus clientes a reconectar con sus sentidos fisiológicos para distinguir entre el hambre real y una simple necesidad de consuelo emocional. “Cuando entendemos cómo funciona nuestro cerebro, nos liberamos de comportamientos repetitivos y alienantes. No es una dieta, es una reeducación”.
Método Meer: un camino hacia la libertad alimentaria
El método Meer se basa en una ciencia compleja, pero en la práctica se traduce en ejercicios sencillos y potentes. Mediante un seguimiento personalizado, los coaches formados por Meer ayudan a sus clientes a identificar los momentos en que la comida se utiliza como una salida emocional.
El método no propone prohibir los alimentos , sino entender por qué y cuándo se comen. “Al reconectar con nuestra verdadera hambre, nos liberamos de las compulsiones”, afirma. Los resultados no son inmediatos, pero al cabo de unos meses se observan cambios no solo en la báscula, sino en tu relación con la comida. El peso que se pierde no vuelve porque nunca se trata de restricciones o privaciones al comer, es una vuelta a un equilibrio natural, en armonía con lo que nuestro cuerpo y nuestra mente realmente desean.
El lujo del autoconocimiento, según el método Meer
En estos tiempos acelerados, en los que a una solución milagrosa le sigue otra sin resultados verdaderamente duraderos, el método Meer ofrece una alternativa sutil y bien pensada. Más que un método para adelgazar o perder grasa es una auténtica revisión de uno mismo, un lujo que pocas técnicas pueden presumir de brindar. Es un compromiso con un profundo conocimiento del propio cuerpo y su historia.
Fuente: gq.com