Jueves, 17 de octubre del 2024
¿Qué significa tener vidas más productivas? Muchos pueden pensar que una vida productiva se vive en la oficina, siempre trabajando o estados siempre ocupados, pero los expertos han explicado una y otra vez que ese no es el caso.
Ser productivo no se refiere a estar conectado al trabajo las 24 horas del día, sino a trabajar de forma más inteligente y eficiente, para poder tener una mejor organización y lograr más en menos tiempo, entendiendo cuáles son las prioridades, lo urgente e incluso las cosas que pueden esperar para después.
Cuando eres realmente productivo, entonces puedes respetar tu horario de trabajo, desconectarte al final del día sin sentir ansiedad por todo lo que te falta y tener balance entre el tiempo libre y el tiempo de trabajo. Con esto, puedes tener tiempo para ti, además de que evitas la fatiga y el cansancio, y tienes menos posibilidades de sufrir de burnout y de afectar tu calidad de vida y tu bienestar.
Para lograr esa productividad real, podemos voltear a ver a los japoneses y a las filosofías y hábitos que han desarrollado alrededor del trabajo. No todos son buenos, como en cualquier parte del mundo, pero tienen unos cuantos que pueden cambiar la forma en la que trabajamos para bien.
Para vidas más productivas: 4 hábitos de los japoneses
Samuel Stroud escribió en LinkedIn que los japoneses tienen 4 filosofías principales que se conectan con la productividad, y partiendo de ellas podemos construir mejores hábitos laborales.
Kaizen
Esta filosofía se refiere a buscar una mejora continua, donde el objetivo es ir dando pequeños pasos constantemente. No se trata de buscar ser perfectos o de realizar cambios radicales, sino a hacer cosas pequeñas que poco a poco te puedan ayudar a trabajar mejor y a ser mejor en lo que haces.
Se trata de seguir aprendiendo, desarrollando y fortaleciendo tus habilidades, y aprender de tus errores para poder corregirlos, y para no quedarte atorado siempre en el mismo lugar. Kaizen propone que seguir un proceso lento, constante y sustentable es esencial para poder mejorar y para no dejar de crecer.
Ikigai
Esta filosofía se refiere a encontrar tu propósito, a entender por qué haces lo que haces y qué es lo que esto le suma a tu vida y a los demás. Cuando conoces tu propósito, entonces puedes estar más comprometido con tu trabajo, mantener la motivación, el foco y el esfuerzo.
La idea es que puedas encontrar un balance entre lo que amas hacer, lo que haces bien o en lo que eres bueno, y lo que puedes aportar al mundo por medio de esto, para que tu trabajo te brinde más satisfacción y te haga sentir pleno, que es un gran motivador para la productividad.
Mono No Aware
Esto se refiere a apreciar la transitoriedad, o el hecho de que nada es permanente y de que las cosas, los problemas, los retos y muchas otras cosas más son transitorios e impermanentes.
“Esta filosofía nos enseña a encontrar la belleza en los momentos fugaces, fomentando la atención plena y la gratitud por el presente”, dice Stroud, sumando que esto ayuda a que nos conectemos mejor con el mundo y con el trabajo que hacemos, además de que, al entender que todo es pasajero, esto puede aumentar la motivación e impulsarnos a alinear el trabajo con nuestros valores e ideales.
Wabi-Sabi
Aceptar la imperfección es otro de los principios de productividad más importantes. Nadie es perfecto y no es posible hacer todo bien todo el tiempo, pero esto no debe desmotivarse o ser un motivo de estrés.
Más bien, hay que aprender a aceptar esas imperfecciones o errores como parte de la vida, para que podamos verlos como oportunidades para aprender y para seguir creciendo, además de que evita que nos sintamos presionados por lograr un nivel de perfección imposible.
Fuente. gq.com