Viernes, 18 de octubre del 2024
El deterioro de la memoria es algo que también sucede cuando vamos envejeciendo, lo que significa que va a llegar una edad en la que nos puede costar más trabajo recordar dónde pusimos las llaves, cómo se llama la serie que estamos viendo o cuándo era el cumpleaños de nuestros amigos y familiares.
Eso es normal, la memoria no es perfecta y tampoco infalible, y, como con todo lo demás en el cuerpo, se puede ir deteriorando poco a poco. Pero, ese deterioro puede ser mayor o menor dependiendo de cosas como nuestros hábitos, estilo de vida y alimentación.
Así como hay una edad en la que tienes más posibilidades de perder masa muscular, también hay una edad en la que puedes empezar a experimentar más problemas de memoria, pero en los dos casos hay cosas que puedes hacer para que ese deterioro no sea tan evidente o para que suceda mucho más tarde en la vida.
Los expertos dicen que, conforme envejecemos, las capacidades de aprender y de recordar cosas cambian, y por eso hay que implementar buenos hábitos lo antes posible.
¿A qué edad se empieza a deteriorar la memoria?
“Nuestra capacidad para recordar nueva información alcanza su punto máximo a los 20 años y luego comienza a declinar notablemente a partir de los 50 o 60 años”, dice The University of Queensland. Alrededor de los 60 es cuando empiezan a aparecer condiciones como el Alzheimer y la demencia.
Esto no quiere decir que no puedas aprender cosas después de los 20 o que tu memoria no vaya a funcionar bien después de este punto o que ya no puedas hacer nada para ayudar a que el deterioro no suceda, más bien significa que es un momento en el que las cosas comienzan a cambiar de manera sutil y donde hay que empezar a poner atención.
¿Cómo prevenir el deterioro de la memoria?
De acuerdo con The University of Queensland, no se puede escapar del deterioro cognitivo y de la memoria por completo, pero sí podemos protegernos y hacer cosas que nos van a ayudar a volverlo más lento.
La universidad explica que, la clave para retrasar este deterioro o disminuirlo está en hacer ejercicio, tanto para el cuerpo como para la mente, esto porque “el ejercicio puede aumentar la producción de nuevas células cerebrales y mejorar el aprendizaje y la memoria”.
Los expertos recomiendan hacer al menos 150 minutos de ejercicio a la semana, pero es importante que esa no sea tu única actividad física al día y que busques formas de moverte más, ya sea usando las escaleras en lugar del elevador, o saliendo a caminar con una mascota. Y para ejercitar el cerebro, puedes hacer cosas como aprender una habilidad nueva, leer, jugar juegos de estrategia, palabras o números, mantener una vida social activa.
Para mantener una memoria fuerte y para reducir el deterioro, y ayudar a que suceda de forma más lenta o más tarde en la vida, la Clínica Mayo recomienda algunos buenos hábitos, que además tienen beneficios más allá de fortalecer la memoria.
• Tener actividad física todos los días, con ejercicio y otras formas de moverte más.
• Mantenerse mentalmente activo, con juegos como rompecabezas y de memoria, leyendo más libros o aprendiendo cosas nuevas.
• Pasar tiempo con otras personas y buscar interacciones sociales.
• Mantenerte organizado, ya que el desorden y la falta de organización aumenta la posibilidad de olvidar.
• Duerme bien, al menos 8 horas y buscando una buena calidad.
• Lleva una alimentación saludable, alta en frutas, vegetales, granos enteros y proteínas magras, evitando el consumo de alcohol.
• Controla los problemas de salud crónicos.
Fuente. gq.com