Martes, 22 de octubre del 2024
Necesitas aprender a mantenerte motivado para poder lograr tus objetivos. Lo necesitas cuando quieres correr un maratón, hacer ejercicio diario o cuando quieres levantarte todas las mañanas para ir a trabajar, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
Cuando encuentras tu motivación, hay menos posibilidades de que un obstáculo, una dificultad, un error o que el cansancio te empujen a renunciar o a dejar de dar tu mejor esfuerzo, y con eso tienes más posibilidades de llegar a la meta, de terminar lo que empiezas y de cumplir tus objetivos.
El problema de la motivación es que no es fija, puede subir, pero también bajar y a veces es muy difícil encontrarla y mantenerla. Pero la psicología tiene algunas claves para que puedas recuperarla.
La psicóloga Jaclyn Margolis Ph.D., escribió en un artículo en Psychology Today que existen ciertas formas de mantener la motivación, o de aumentarla cuando está baja, que son poco usadas, pero que son de las más efectivas y que ayuda a obtener los cambios más positivos.
Margolis explica que no podemos dejar que la motivación dependa de la fuerza de voluntad, que tampoco es infalible, hay que encontrar la forma de facilitarnos la vida. “En lugar de depender únicamente de la fuerza de voluntad, podemos moldear nuestro entorno para impulsarnos hacia los comportamientos que deseamos. Como dice el refrán: Cuando una flor no florece, arreglas el entorno en el que crece, no la flor", explica.
Cómo mantenerte motivado: 3 clases simples de la psicología
Enfócate en lo cómodo y lo fácil
Margolis habla sobre el “principio banana”, que dice que, cuando se elige entre dos opciones, las personas siempre van a elegir las que son más convenientes o fáciles, y esto puede ayudar a mantener la motivación y a ir logrando objetivos.
Por ejemplo, si quieres hacer ejercicio regularmente, Margolis dice que puedes eliminar la barrera de tener que cambiarte antes de entrenar, cambiándote cuando tengas tiempo o en el momento en el que te acuerdas, incluso si faltan horas para entrenar. La idea es que busquemos los caminos más fáciles y cómodos que nos ayuden a seguir adelante y a no tirar la toalla. Si tu objetivo es caminar más, lo fácil es que te estaciones lejos del lugar al que vas a ir, así no tienes excusa ni la opción de no hacerlo.
Usa señales para la acción
Esto consiste en tener “detonadores” que te ayuden a acordarte o a motivarte a hacer las cosas que sabes que tienes que hacer.
Margolis puso el ejemplo de Michael Phelps, quien se puso el objetivo de hacer afirmaciones positivas para cuidar de su salud mental mientras entrenaba y competía. Phelps notó que cruzaba por muchas puertas a lo largo de su día de entrenamiento, y decidió que cada una de esas puertas iba a ser una señal para la acción. Al cruzar cada una, el nadador aprovechaba el momento para hacer una afirmación positiva.
La idea es que sean cosas cotidianas y que son parte de tu día regularmente, para que estas cosas se conviertan en recordatorios o señales visuales que te muevan a actuar, hasta que esa acción ya se convierta en un hábito.
Aprovecha la curiosidad
Cuando sientes curiosidad o intriga por algo, es mucho más fácil que lo hagas o que quieras seguir avanzando, por eso la experta recomienda usar también “señuelos de curiosidad”.
Por ejemplo, puedes escuchar un podcast para motivarte a hacer ejercicio. Cada sesión de tu entrenamiento va acompañada de un capítulo, lo que te da una buena razón para querer entrenar de nuevo y así poder conocer el final.
Fuente. gq.com