3 factores que son más importantes para el éxito que la inteligencia, según un experto
Miércoles, 30 de octubre del 2024
Tener la inteligencia más alta no es el factor más importante para obtener el éxito en lo que te propones.
Cuando se habla de factores para el éxito, es fácil pensar que el más importante es tener un IQ alto y la mente de un genio, pero, de acuerdo con James Clear, autor del libro sobre los Hábitos Atómicos, ese no es necesariamente el caso.
Claro que la inteligencia es importante, pero también hay que saber cómo usarla, cómo desarrollarla y cómo aprovecharla para cumplir los objetivos que nos proponemos. Además, hay que entender que existen diferentes tipos de inteligencia, como la emocional o la matemática, y que cada uno puede tener beneficios en distintas situaciones.
De acuerdo con Clear, hay personas que pueden tener un IQ alto, pero que no son genios y que no necesariamente saben cómo lidiar o cómo resolver los retos a los que se enfrentan en su día a día, en su trabajo o en sus relaciones.
Clear cita un estudio de la Universidad de Stanford que fue realizado por el psicólogo llamado Lewis Terman, que dice que las personas que tienen un IQ alto no necesariamente tienen un grado alto de creatividad, que es una cualidad que muchos relacionan con el éxito (Bernard Arnault, el hombre más rico del mundo, dijo en una ocasión que la creatividad es la cualidad que llevó al éxito a personas como Warren Buffett y Steve Jobs), ya que es necesaria para resolver problemas, proponer nuevas ideas y superar límites y obstáculos.
La creatividad sin duda es un factor para el éxito, pero Clear también dice que hay 3 más que hacen la mayor diferencia y son los que más posibilidades nos dan de conseguir eso que queremos.
¿Cuáles son los factores esenciales para el éxito?
“Estar en el uno por ciento superior de inteligencia no tiene correlación con ser increíblemente creativo. Más bien, hay un umbral mínimo de inteligencia que debes tener y, a partir de ahí, todo se reduce a mucha práctica deliberada, a hacer repeticiones y a desarrollar tu conjunto de habilidades”, escribió James Clear en su blog.
Práctica deliberada
La práctica deliberada, que es una práctica con propósito, hace al maestro. Mientras más hagas algo, mejor te puedes volver en esa tarea o actividad, y seguir realizando esa actividad después de dominarla es lo que va a ayudar a que no pierdas la habilidad.
Clear dice que no puedes hacer cosas increíbles si no practicas primero, y eso podemos verlo reflejado en las carreras de figuras como Mozart, Kobe Bryant o Simone Biles, que comenzó a practicar gimnasia desde que era muy pequeña.
La práctica deliberada consiste en saber cuál es la meta por la que estás practicando y enfocarte en desarrollar las habilidades correctas para lograrla.
Hacer tus repeticiones
Clear explica que no hay que intentar ser perfectos y no hay que obsesionarse con la idea de que eso se puede lograr, porque pensar en la perfección puede tener un efecto negativo en el éxito, en la manera en la que percibimos los errores o nuestro propio trabajo, lo que hay que buscar es ser constantes.
Cuando habla de repeticiones, Clear se refiere a ser constante con el trabajo y a aprender de los errores. Cuando eres consistente, entonces puedes mejorar y puedes crecer, como cuando haces repeticiones de un ejercicio en el gimnasio y poco a poco lo vas haciendo mejor y obteniendo buenos resultados. Esto se puede ver, por ejemplo, cómo escribir una página y buscando aprender de los errores que cometas en el camino por día para convertirte en un mejor escritor
Desarrollar las habilidades
Todo tipo de trabajo requiere de ciertas habilidades para poder realizarlo correctamente, por eso es importante estar enfocados también en aprender y en desarrollar y fortalecer esas habilidades que van a hacer la mayor diferencia.
Lo que hay que hacer, según Clear, es buscar la manera de mejorar, de aprender a usar tus habilidades y de conectarlas con otras que te permitan sobresalir, para que puedas crecer en tu trabajo y como persona, pero también para que puedas encontrar otras posibilidades y oportunidades.
Fuente: gq.com