Apegarnos a nuevos hábitos no es lo más fácil del mundo, tenemos que acostumbrarnos a ellos, agarrarles cariño y ser constantes y disciplinados, hasta llegar al punto en el que ya son cosas que hacemos sin dudarlo ni un segundo y que se convierten en parte de la rutina diaria.

Construir buenos hábitos es importante, ya que los hábitos correctos pueden hacer muchas cosas por nosotros, como ayudarnos a alcanzar metas de fitness (como ganar músculo y fuerza, o bajar de peso), aportar longevidad y darnos una mejor calidad de vida, pero, a veces, saber todo esto no es suficiente para no tirar la toalla y para no descuidar esos hábitos que queremos tener.

El tiempo es esencial, ya que, mientras más hagamos una cosa, más fácil es que se convierta en un hábito y menos posibilidades hay de que tiremos la toalla antes de lograr el objetivo, pero, ¿cómo logras ir sumando tiempo si no estás logrando hacer esas cosas todos los días?

James Clear, autor de los Hábitos Atómicos, escribe en su blog que hay un proceso correcto para construir y mantener nuestros nuevos hábitos, que está formado por varios “triggers” o detonadores, que son cosas o acciones que facilitan la acción que cada uno de los hábitos que queremos construir requiere.

Los nuevos hábitos y las 5 claves más importantes para mantenerlos

El tiempo

De acuerdo con Clear, el tiempo es lo que detona ciertos comportamientos que se convierten en hábitos. Por ejemplo, despertarte a cierta hora por la mañana puede alimentar tu hábito de tomar café, de preparar un desayuno sano o incluso de salir a correr antes de ir al trabajo.

De hecho, hay muchas cosas que hacemos a la misma hora sin darnos cuenta o sin pensar en ellas como un hábito (como tomar un break o comer un snack a mediodía), por eso es bueno establecer tiempos para hacer ciertas cosas que quieras convertir en hábitos. Clear, por ejemplo, dice que él se puso la meta de escribir un poco cada lunes y jueves, y esto simplemente consiste en elegir una hora y un día para cumplir ese hábito, así “reservas” ese tiempo para tu nuevo hábito y reduces el riesgo de que otras cosas te interrumpan, porque ya es algo programado.

El lugar

El lugar en el que te encuentras también puede detonar ciertos hábitos, como cuando llegas a la oficina y lo primero que haces es colocar tus cosas en tu lugar y ordenar tu espacio de trabajo.

Clear dice que, lo que sucede con esto es que los hábitos pueden ser una respuesta al ambiente en el que nos encontramos, y también ajustar nuestros espacios y lugares para que estos conduzcan a realizar ciertos hábitos, por ejemplo, puedes colocar tus tenis en un punto visible en tu cuarto, para que esto sea un recordatorio de que tienes que hacer ejercicio.

El evento que sucede antes

“Muchos hábitos son una respuesta a algo que sucede antes”, dice Clear, por eso los teléfonos tienen notificaciones y sonidos que dirigen tu atención a ellos.

Clear dice que esto es algo que se conoce como habit stacking, que simplemente significa que un hábito puede ser usado para conducir a otro. Por ejemplo, el hábito de prepararte un café por la mañana puede conducir a tener un momento para practicar la gratitud o para preparar tus cosas para ir a la oficina. La idea es que a cada acción le puedas asignar otra que esté conectada, formando una rutina completa donde puedas ir realizando cada hábito que necesitas.

El estado emocional

Tus emociones también pueden conectarse con los hábitos. Si estás triste, por ejemplo, puedes tener el hábito de comer algo que te gusta o de ver tu película favorita para levantarte el ánimo.

Esto puede ser bueno o malo, dependiendo de cómo lo uses esta clave, pero, cuando eres consciente de tus emociones y tomas la decisión de asignarles hábitos positivos, entonces puedes lograr buenos resultados. Clear dice que, cuando te sientes estresado, puedes asignarle a esto el hábito de hacer ejercicios de respiración o de meditación, y que puedes asignarle cosas similares a otras emociones. Lo importante es que aprendas a escucharte y a estar en contacto con tus emociones, para que puedas asignarles hábitos positivos y para no permitir que se conecten con cosas negativas o que no te suman nada.

Otras personas

Rodearte de las personas correctas también puede ayudarte a realizar ciertos hábitos, por eso algunos expertos dicen que es una buena idea hacer ejercicio con alguien más, para que esa persona se convierta en ese detonante que no te deje renunciar.

Clear dice que debes rodearte de personas que ya tienen esos hábitos que tú quieres integrar, ya que esto aumenta tus posibilidades de apegarse a ellos y de que se conviertan en parte de tu estilo de vida.