Qué es la visualización y cómo puede ayudarte a alcanzar tus objetivos con éxito
Viernes, 15 de noviembre del 2024
La visualización no tiene nada que ver con lo esotérico, con creer en el destino o con dejar que los “astros” se encarguen de todo. En realidad, la visualización es una estrategia que puede ayudarte a tener más claridad sobre tus metas y objetivos, y que puede aumentar tus posibilidades de conseguir todo eso que te propones.
De hecho, los atletas de alto rendimiento también usan la visualización para tener un mejor desempeño en sus entrenamientos, competencias o partidos, y hay algo de psicología que ayuda a explicar por qué funciona.
Muchos expertos han hablado sobre el poder de la mente, sobre el impacto de tener una actitud positiva, una mentalidad de crecimiento y un enfoque de aprendizaje cuando cometemos errores, que son elementos que permiten lidiar de mejor forma con el estrés, con los rechazos y los fracasos, y que también aumentan la motivación y la productividad.
La visualización se conecta un poco con eso, con usar tu mente para conseguir lo que quieres y para superar retos y obstáculos.
¿Qué es visualización?
“La visualización, también conocida como imaginería mental o ensayo mental, es una poderosa técnica cognitiva que implica la creación de imágenes y escenarios mentales vívidos en la mente. Es el proceso de utilizar la imaginación para simular experiencias o situaciones, a menudo con la intención de lograr un resultado deseado. La visualización aprovecha el poder de la mente para crear un plan mental de éxito”, dice The Behaviour Institute.
Básicamente, se trata de crear imágenes mentales sobre las cosas que quieres lograr, los escenarios que podrían suceder y el punto al que quieres llegar, y de imaginar que esos escenarios del futuro son reales y los estás viviendo en el presente, con lo que tus metas se vuelven mucho más claras, pero también es más fácil entender qué es lo que necesitas hacer y cuáles son los pasos que debes seguir para conseguirlas.
Tu mente aprende a actuar y a reaccionar de la forma correcta en esos escenarios, y a identificar el camino por el que debes avanzar.
Better Up explica que hay dos tipos de visualización:
• Visualización de resultados: visualizar el resultado final deseado en el futuro.
• Visualización de procesos: visualizar cada paso hacia ese resultado deseado, con todos los sentidos activados.
¿Cómo usar la visualización para lograr objetivos?
Una de las ventajas de la visualización, según Better Up, es que evita que simplemente reacciones a tu entorno, a los estímulos y a las cosas que suceden, y hace que seas tú el que trabaja para crear las condiciones correctas y para tomar las decisiones adecuadas. Con esto, puedes tener más control del resultado y del proceso.
Lo que hay que hacer es visualizar las dos cosas, empezando por el resultado que quieres (como Ron Weasly viéndose a sí mismo ganando en el Quidditch en el espejo) y siguiendo con los pasos que tienes que ir dando para acercarte a esa meta.
“La visualización es una técnica que te permite establecer los parámetros para hacer realidad tu visión futura”, dice Better Up.
Por ejemplo, puedes imaginarte terminado el maratón de Nueva York, y después visualizas el entrenamiento, el plan de alimentación y hasta los tenis que vas a usar para cumplir ese objetivo.
¿Cuáles son algunas técnicas de visualización? Medium explica que hay diferentes técnicas que puedes usar. Una de ellas es el ensayo mental, donde te imaginas realizando una tarea que quieres hacer o logrando tu meta. La visualización creativa consiste en usar la imaginación para ver un resultado deseado en tu mente. El Vision Board consiste en recolectar imágenes físicas y palabras que representen esa meta que tienes o el objetivo que quieres cumplir, y este se coloca en un lugar visible para que pueda motivarte cuando sea necesario.
Los beneficios, de acuerdo con Medium, incluyen una mejora en el foco y la atención, mayor confianza y mejoras en la autoestima, reducción del estrés y de la ansiedad, y mayor creatividad y habilidad de resolver problemas.
Fuente. gq.com