Y no lo decimos nosotros, sino la ciencia 

Un pretexto más para dejar de ser los grinch de la familia.

Aceptémoslo, la Navidad puede ser tan bonita como caótica. Entre las compras, las reuniones familiares y el estrés de no saber si tu amigo secreto amará esa bufanda que encontraste en oferta, la temporada puede convertirse en una verdadera locura.

Y aunque a veces no lo parece, el verdadero secreto de esta festividad no está en el día de Navidad, sino en todo el show previo y es que, según varios estudios, preparar todo puede ser una forma de relajarte.

Desde abrir la caja de esferas hasta prender una velita de canela, estas pequeñas cosas podrían no solo ser una tradición en casa, sino lograr conectarte con el presente y decirle a tu cerebro: “Relájate, todo está bien”.

¿Por qué decorar nuestra casa para Navidad nos hace felices?

Según la ciencia, estas son las razones por las que el decorar tu casa para Navidad antes de tiempo es definitivamente una green flag.

1. Dopamina por montones

Los colores, las luces y los aromas navideños activan en tu cerebro un subidón de dopamina, la sustancia química de la felicidad. Además, despiertan recuerdos de la infancia, esos que te llevan directo a tiempos más simples y felices. Básicamente, es como darle un abrazo calientito a tu cerebro.

1. Orden en el caos

Decorar también te da esa sensación de control en un mundo donde todo puede sentirse fuera de lugar. Organizar tus adornos es una manera sencilla de crear un espacio de alegría.

1. Eres más buena onda (según la gente)

Un estudio de 2017 encontró que quienes decoran temprano son vistos como más amables y accesibles. Las decoraciones envían un mensaje claro: “¡Aquí somos puro amor y paz!”.

¿Te estresa la Navidad? Así puedes empezar a disfrutarla

• Ve de poquito en poquito

No necesitas una Navidad de revista. Empieza con algo pequeño y disfruta el proceso.

• Pon límites

No tienes que ir a todas las posadas. Si algo no te llena, mejor quédate viendo Mi pobre angelito por décima vez.

• Haz un presupuesto

No te dejes llevar por el espíritu consumista. Planea para que enero no te dé un susto.

Así que si te mueres de ganas por sacar tu arbolito mientras otros siguen comprando pan de muerto, ¡hazlo sin miedo! Decorar temprano no es raro, es tu atajo a la felicidad. Y seamos honestos, ¿a quién no le cae bien un poco de alegría extra?

Fuente: culturacolectiva.com