Lunes, 25 de noviembre del 2024
Cuidar a tu pareja siempre valdrá la pena. Más allá de los malos momentos que puedan vivir, el cariño y la atención mutua es una forma de amor que siempre debe estar presente en las relaciones, pues contribuyen a crear vínculos profundos que pueden o no funcionar, sabiendo que siempre dieron lo mejor de sí mismos gracias al apoyo que se brindaron en todo momento.
Quizá suena un poco idílico o hasta cursi, pero vamos por partes: cuidar a tu pareja no se trata de tener que estar pendiente todo el tiempo de su bienestar ni mucho menos sacrificar el tuyo por el de alguien más. Significa, más bien, tener una buena actitud y mente abierta para tomar en consideración qué necesita cada quien para estar bien y cómo pueden acompañarse en ese proceso.
Dado que esto no es tan sencillo como parece y muchas veces, las historias de vida de cada uno de los involucrados son distintas y generan escalas de valores, hábitos, ideologías y acciones distintas, es importante aprovechar la teoría que ya existe por parte de expertos en relaciones de pareja para poner en práctica opciones saludables que nos permitan un amor real, con conexión y respeto, desde la forma en que aprendemos a escuchar al otro, hasta las estrategias para llegar a una intimidad que perdure.
En esta ocasión, retomaremos una teoría de Julie Schwartz Gottman y su esposo, John Gottman, psicólogos de profesión que han dedicado buena parte de sus investigaciones a cómo construir redes de amor saludables y duraderas.
Cuenta bancaria emocional: la teoría para cuidar a tu pareja
Una de las principales teorías de los Gottman para aprender a cuidar a tu pareja es la que bautizaron como “cuenta bancaria emocional”, que consiste en mantener y procurar momentos de felicidad cotidiana, aunque sean breves, en la rutina de las parejas.
Todo comenzó cuando los Gottman analizaron la convivencia entre 130 parejas recién casadas que fueron invitadas a convivir en un laboratorio (diseñado para que pareciera un hogar acogedor) e hicieron un análisis meticuloso de cada una de sus interacciones. Ahí, notaron que las parejas que después de seis años seguían juntas eran aquellas que habían sido más atentas con sus respectivos amantes durante el tiempo en el laboratorio que quienes se ignoraban. Exactamente, el 86% de las interacciones que perduraron fueron de atención, mientras que en las parejas que se separaron, lo fue el 33% de las veces.
Pero, ¿cómo deben de ser estas interacciones que ayudan a las parejas a perdurar? En realidad, no es necesario que sea algo tan complejo. En ocasiones, basta con mirar a alguien cuando nos habla, responder a una pregunta o comentario o dedicar unos segundos de atención a lo que alguien nos muestra. Esto puede hacer una enorme diferencia en la interacción de una pareja y en cómo se relacionan con los pasos de los años, a lo cual ellos llamaron la teoría de la cuenta bancaria emocional.
La cuenta bancaria emocional se refiere a cuando uno de los miembros de la pareja hace una “oferta de conexión” como la llaman los psicólogos en su libro 7 Days to More Intimacy, Connection and Joy, como por ejemplo, querer mostrar algo, compartir una idea, hacer una pregunta o simplemente llamar a alguien.
Ante este estímulo, el otro miembro de la relación tiene tres opciones: ignorar la oferta (desatender), responder negativamente (contradecir) o reconocer la oferta positivamente (atender). Los Gottman recomiendan esta última como la mejor alternativa.
En un ejemplo compartido por The New York Times, proponen: supongamos que tu pareja te dice “mira qué lindo pájaro en la ventana”, el otro puede ignorarlo por completo o podría decir “no me interrumpas para eso” aunque también podría tomarse un segundo para decir “sí, qué lindo se ve”. Incluso, simplemente mover la cabeza en señal de atención.
Optar por este último camino abona a lo que se llama cuenta bancaria emocional, en la que cuando tenemos pequeños y simples actos de atención, depositamos un detalle en esa “alcancía del amor” a la que se puede recurrir en momentos de conflicto y que ayuda a que las parejas se sientan reconocidas y respetadas.
Así, lo ideal es que incluso en las interacciones más cotidianas y simples del día a día, se tenga en cuenta cómo depositar reacciones positivas en esa cuenta bancaria emocional, para abonar a una buena economía de la relación a nivel sentimental.
Fuente. gq.com