Tips para sobrevivir a las pláticas aburridas durante la Navidad

Durante la Navidad, hay algunas partes emocionantes de la celebración como la comida, el descanso, el tiempo en familia o con gente cercana y, claro, los regalos, pero tampoco podemos negar que no todo es felicidad en estas fechas. De hecho, esto mismo que mencionamos como algo positivo, puede resultar muy retador para otras personas.

Por ejemplo, las restricciones de dieta pueden hacer de Navidad una tortura, en las que subir de peso parece inevitable, incluso si cuidas la línea por estética o salud, y esas cálidas conversaciones en familia pueden convertirse en intensas discusiones o, en el mejor de los casos, en aburridos monólogos de un tío que solo tienes que ver una vez al año.

Si este es tu caso y sabes que en Navidad tendrás que tener una o varias pláticas aburridas, entonces aprovecha estos consejos para sobrevivir a las conversaciones tediosas, que no te generan interés y que preferirías evitar, pero no puedes.

Haz preguntas abiertas

Quizá al inicio, esa plática aburrida no te genera nada de interés porque el tema te resulta totalmente ajeno. Sin embargo, puedes probar lanzando algunas preguntas relacionadas al tema, pero que sean más cercanas a tu curiosidad, para que lo vuelvan más atractivo.

Por ejemplo, si alguien habla por un largo tiempo sobre su amor por la jardinería, pregúntale el momento más frustrante que ha vivido en ese hobbie o que te cuente su anécdota favorita al practicarlo. También puedes aprovechar para preguntar cosas como “¿Qué es lo más interesante que has aprendido sobre este tema?” y verás que tu curiosidad se activará de forma natural cuando encuentres respuestas a tus propias inquietudes. A la par, estarás poniendo en práctica herramientas de un buen oyente al preguntar sobre un tema del que te hablan, y eso pronto te sumará puntos como el nieto favorito.

Participa en la conversación

La verdad es que a todos nos gusta hablar y que nos escuchen, así que si estás en un caso donde la otra persona parece dominar por completo la charla, intenta participar en la misma con frases como “Eso me recuerda a algo que vi el otro día…” para que pueda balancearse el diálogo y no sientas que no te toman en cuenta. A su vez, esto puede ayudar a cambiar el rumbo de la plática hacia un destino que te parezca más interesante.

Pon en práctica tu capacidad de concentración

Hoy en día, concentrarse por un determinado periodo de tiempo es muy difícil, con tantas distracciones que tenemos en el teléfono y la velocidad de la información en internet. Por eso, muchos métodos de meditación y mindfulness se centran en ayudarte a recuperar esa capacidad de concentración que se ha perdido. ¿Por qué no ponerlo en práctica en Navidad? Aprovecha esa charla que te resulta poco interesante para ejercitar tu concentración y prestar atención por un periodo determinado de tiempo. Para ello, intenta escuchar de manera activa, haciendo contacto visual y asintiendo de vez en cuando. Esto puede ayudarte a conectar más con la otra persona y también te servirá de ejercicio de contacto con el presente.

Establece un límite de tiempo

Digamos que nada de esto funciona, pero tampoco quieres ser grosero, y tampoco quieres pasar toda tu noche enfrascado en una charla que no te gusta… aunque parece complicado el panorama, puedes establecer un límite de tiempo prudente para escuchar y luego decir, de forma educada, una frase como “Ha sido un gusto hablar contigo, pero necesito atender algo…” y entonces ver si necesitan ayuda en la cocina o si tus primos ya están abriendo los regalos.

Conecta con la empatía

Recuerda que la otra persona también está invirtiendo su tiempo en la conversación. Trata de ponerte en su lugar y entender por qué está compartiendo ese tema contigo. Esto puede ayudarte a conectar mejor y a sentirte más cómodo.

Aprende algo nuevo

Cada conversación, por aburrida que parezca, tiene el potencial de enseñarte algo. Cambia tu perspectiva y tómalo como una oportunidad de aprendizaje. Quizás descubras un dato curioso o una nueva forma de ver las cosas que no habías contemplado antes. Una actitud humilde también te permitirá sentir más asombro en la vida y vivir con mayor gratitud.

Después de todo, sobrevivir una plática aburrida no solo se trata de salir del paso, sino también de encontrar maneras de enriquecer la interacción.

Prepárate de forma anticipada

No, nos referimos a que lamentes tener que ir a la cena navideña desde un mes antes, al contrario, se trata de que intentes tener una actitud positiva y que, si ya sabes que tiendes a aburrirte, puedas ir preparado para evitarlo.

Por ejemplo, si te encuentras frecuentemente en pláticas aburridas, puede ser una buena idea tener en mente algunos temas interesantes o preguntas que puedan romper el hielo en cualquier momento. También, puedes aprovechar la ocasión para probar un nuevo peinado que te daba nervios usar o para lucir tu mejor outfit. Si te sientes emocionado por el evento, cualquiera que sea tu motivación, podrás disfrutar todo de mejor manera.
 

Fuente. gq.com