Los 4 estilos de amor que caracterizan a las relaciones fuertes
Miércoles, 22 de enero del 2025
Existen 6 estilos de amor que determinan la manera en la que construimos la conexión con nuestra pareja, y de todos esos, son 4 los que ayudan a construir las relaciones más fuertes y duraderas.
El psicólogo Mark Travers explica en Psychology Today que los estilos del amor fueron identificados por otro psicólogo llamado John Alan Lee, quien encontró que, aunque no hay una fórmula mágica que le funcione a todos o un estilo que sea mejor que otro, existen 4 formas de conectar con la pareja que ayudan a brindar más estabilidad, felicidad y longevidad a las relaciones, para poder mantener una conexión fuerte con el pasado de los años y para lograr superar los obstáculos que se presenten.
Todos tenemos estilos diferentes cuando se trata de relaciones y parejas, pero, si conocemos cuáles son los estilos más exitosos, entonces podemos tomar algunas cosas de ellos para que nuestras relaciones se puedan beneficiar también.
De acuerdo con Travers, una revisión de la Revista Abierta de Ciencias Sociales encontró que los estilos de amor que mejor funcionan son: Eros, Ágape, Stroge y Pragma.
Los estilos de amor que son la base de las relaciones fuertes
El estilo Eros
Travers escribe que este es el estilo de amor romántico y que se basa en una atracción intensa y una conexión emocional profunda, con lo que se crea una relación llena de energía y emociones que ayudan a crear un mayor grado de satisfacción. El punto principal de este estilo es que se conecta con el estilo de apego seguro, donde las parejas trabajan en la confianza, apoyo y compromiso, lo que les permite desarrollar también buenas habilidades y técnicas para resolver problemas y superar las dificultades.
El experto explica que, ya que la pasión, la atracción y lo emocionante son parte de este estilo, esto es algo que se va transformando con el paso del tiempo en la relación. El grado puede disminuir, pero se siguen buscando formas y oportunidades para trabajar esto, por medio de la comunicación y partiendo siempre de una postura de respeto a la pareja.
El estilo Ágape
Este es un estilo de amor con un enfoque más desinteresado e incondicional, donde la persona busca cuidar de su pareja, apoyarla y estar presente porque quiere hacerlo, sin estar esperando recibir algo a cambio. Lo que se busca es la felicidad y el bienestar de la pareja, esto para “fomentar una relación estable, solidaria, afectuosa y respetuosa”, como dice Travers.
Lo que se valora es el sentido de deber mutuo y de lealtad, por lo que las parejas trabajan en la relación y siempre están atentas a lo que la otra persona pueda necesitar, basándose en el compromiso que sienten. El estilo Ágape, según dice el experto, aumenta la calidad de las relaciones, ya que hace que las personas sientan cariño y atención, y que se vuelvan más receptivas debido a que saben que son valoradas.
Además, este estilo también ayuda a proteger a las parejas, por medio de la empatía, de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis que destruyen las relaciones, principalmente de las actitudes defensivas y las críticas negativas, y es especialmente útil cuando se busca superar momentos difíciles.
El estilo Stroge
La gran ventaja de este estilo es que parte de la amistad, que se convierte en la base de la relación. Lo que se desarrolla es la cercanía emocional y el sentido de compañerismo, las experiencias compartidas y la intimidad emocional, con lo que la conexión entre la pareja y su vínculo se van volviendo más y más fuertes con el tiempo.
Esto ayuda a construir relaciones duraderas ya largo plazo porque ayudan a trabajar en la estabilidad y en permitir que las personas sepan que van a ser amadas por quienes son realmente. Cuando se trabaja en la amistad a la par de lo romántico, entonces las relaciones pueden sobrevivir incluso cuando la etapa de Luna de miel termina y cuando se pasa por momentos en los que el tema romántico no es tan fuerte.
El Estilo Pragma
Este es un estilo que parte de la practicidad y la razón, lo que quiere decir que, antes de saltar a una relación, las personas analizan cosas como los valores personales, los ideales y las metas que puedan tener, para estar seguros de que son compatibles con la pareja, y que van a trabajar para llegar a la misma meta.
Se trata de un estilo donde las cosas se mueven un poco más lento y no se dejan llevar tanto por la atracción física, ya que las personas entienden cuáles son sus necesidades principales, y se enfocan en buscar parejas con las que puedan cubrirlas. Lo ideal es que se tomen decisiones bien pensadas, pero que también se combine esto con lo emocional y con la atracción.
“Este amor no es impulsado por la pasión o la espontaneidad, sino por la consideración de cómo encaja una pareja en la vida de uno. Si bien el pragma puede parecer menos romántico, proporciona la base para un matrimonio sólido al centrarse en la compatibilidad práctica”, escribe Travers.
Fuente. gq.com