Lunes, 3 de febrero del 2025
Los propósitos de año nuevo son parte innegable del furor de cerrar un ciclo y comenzar otro, lo que se suma a la emoción de poder empezar de cero, de realmente comprometernos con ideas que llevan tiempo rondando nuestra cabeza y no hemos conseguido concretar o también de dejar atrás viejos hábitos.
Curiosamente, aunque la idea de los propósitos de año nuevo es meramente simbólica y, en teoría, uno podría proponerse nuevas metas y trabajar en ellas en cualquier fecha del año, lo cierto es que hay una energía distinta cuando llega enero que nos emociona e inspira para avanzar hacia un nuevo camino.
No obstante, en muchos, pero muchos casos, pasan los días, las semanas y hasta los meses, y esa pila que sentíamos al inicio del año se va desgastando. De hecho, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Scranton, solo el 8% de las personas que se plantean propósitos los logran a largo plazo. A su vez, mientras que el 73% de la población mantiene sus propósitos en la primera semana, después la tendencia va a la baja con 64% en el primer mes, 50%, después de tres meses, llegando a 45% a medio año y solo el 19% de las personas logran su meta cuando se cumple un año.
Aun así, lo importante es no desanimarse. Después de todo, es probable que esos propósitos de año nuevo tengan relación con metas e inquietudes que tenemos desde hace tiempo, como cuidar más la salud, hacer ejercicio, leer más, pasar tiempo con los seres queridos, dejar de fumar o beber alcohol, etc. Así que, ¿por qué desanimarse si no se cumple la meta al mes, si en realidad es algo que deseamos desde hace tiempo?
Si quieres sumarte a esta idea, estos son algunos consejos para retomar y cumplir tus propósitos de año nuevo, incluso si ya es febrero.
Establece fechas claras
Ok, ya pasó el primer mes del año, pero todavía quedan 11 más para que el 2025 termine. Entonces, retoma tu lista de propósitos y actualiza las fechas con base en los meses que siguen. Por ejemplo, meta 1 que se debe cumplir para abril, meta 2 para junio, etc. El tener fechas claras te ayudará a organizarte de manera más práctica y concreta, además de que así podrás avanzar en una meta a la vez y podrás evitar sentirte abrumado y desgastarte más rápido.
Profundiza en tus motivos
Cuando tenemos un propósito, es más fácil cumplirlo si realmente entendemos por qué es importante para nosotros hacerlo. Por ejemplo, si queremos hacer ejercicio, pero solo porque sospechamos que es bueno, será menos motivante que si entendemos quizá qué problemas de salud tenemos y cómo combatirlos con el deporte. En ese sentido, investiga los beneficios que puedes obtener al cumplir algunas de tus metas y haz un ejercicio consciente para comprender por qué quieres conseguir ese objetivo, qué significa para ti el hacerlo y verás que la motivación volverá a sentirse como al inicio del año.
No esperes la perfección
De acuerdo con Oliver Burkeman, experto en productividad y autor del libro Meditaciones para mortales, en muchos casos las personas se sienten desanimadas al momento de mantener sus propósitos de año nuevo porque tienen sus resultados idealizados. En cambio, vale la pena comprender que los resultados de muchas metas no son perceptibles a simple vista o en un primer momento, pero que la constancia es la clave para poder verlo. Además, hay que recordar que cualquier nuevo hábito es más difícil al inicio de lo que se vuelve con el tiempo, así que es importante tener paciencia y constancia al momento de retomar esas metas.
Fuente. gq.com