Martes, 25 de febrero del 2025
Para nadie debería ser una sorpresa que la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump tenga su propia agenda, lejos de la Casa Blanca y de su esposo, el presidente Donald Trump, y que –por el contrario– en la actualidad se encuentre filmando su documental.
Esto, debido a que desde la primera vez que llegó Trump a la presidencia de Estados Unidos, el título de "primera dama" fue una cuestión más protocolaria que efectiva, ya que fue Ivanka Trump quien, en realidad, cumplía con estas funciones y servía de apoyo a su papá.
Por ello, al iniciar el segundo mandato de su esposo, no habría por qué esperar una actitud distinta por parte de Melania.
El fin de semana pasado, Melania Trump reapareció después de casi un mes de ausentarse de la vida pública, luego de que el 24 de enero pasado inició una gira de trabajo junto al presidente estadounidense por distintos estados de la Unión Americana, entre los que estuvo California, donde los Trump visitaron las zonas afectadas por los incendios que devastaron distintos puntos de Los Ángeles como Palisades y Malibú.
Este sábado, sin embargo, Melania llegó de la mano de Donald Trump al Governors Ball, una gala que tuvo lugar en la Casa Blanca y en la que llamó la atención que un coro integrado por efectivos del ejército estadounidense cantaron “Do you hear the people sing?”, que forma parte de la obra musical Les Miserables y que se trata de un himno de protesta contra un gobierno opresor.
Además del aparente doble significado que tuvo la interpretación de un “himno de protesta” por parte del coro de elementos del ejército que estuvo el sábado por la noche en el Governors Ball, en la Casa Blanca, la presencia de Melania Trump, primera dama de Estados Unidos, vistiendo un smoking junto a su esposo, Donald Trump, pareciera otro mensaje definitivo con respecto al muy movido inicio del segundo mandato del magnate y político republicano.
Y es que, más allá de que su administración ha pisado el acelerador para echar en marcha algunas de las promesas de campaña que lo hicieron regresar a Washington DC, lo cierto es que también han sido veloces las respuestas que Trump ha recibido desde los distintos frentes que se han visto afectados por sus acciones, tanto en la política externa como en la interna y, al aparecer, también en el terreno de lo privado.
Si hace unos días mencionábamos que su hijo menor, Barron Trump, pintaba –con apenas 18 años de edad– para seguir los pasos del presidente de Estados Unidos, al menos con sus aspiraciones empresariales enfocadas en el campo inmobiliario; considerábamos que ése podría ser tant sólo el primer paso para que el también hijo de Melania pudiera considerar hacer carrera en la política y en un futuro tal vez contender por un cargo de elección popular.
Sin embargo, en estas primeras semanas del segundo mandato de Trump, quien ha llamado más la atención por su alejamiento es la primera dama, Melania Trump.
De acuerdo con People, que cita fuentes cercanas a la política estadounidense, Melania Trump “nunca será una primera dama tradicional”, ya que la esposa de Donald Trump tiene "sus propias ideas sobre lo que quiere hacer", aseguró el informante.
Los informantes aseguran a la publicación estadounidense que, durante estas semanas, Melania ha pasado tiempo tanto en la residencia familiar de Mar-a-Lago como en la Casa Blanca.
La fuente aseguró que Melania Trump ha estado recientemente en la Casa Blanca para desarrollar uno de sus proyectos personales y no para atender asuntos oficiales de la administración de su esposo. “Melania ha estado ocupada filmando su documental y eso ha tenido lugar en varios lugares, incluida la Casa Blanca", dijo. El proyecto, que está respaldado por Amazon Prime Video, es dirigido por Brett Ratner y cuenta con la producción ejecutiva de la primera dama y de Fernando Sulichin.
“(Donald y Melania) viven en Mar-a-Lago y tienen habitaciones en la Casa Blanca”, aseguró la fuente. “Pero ella lleva su propia vida y se une a él cuando es apropiado en cualquiera de los dos lugares”, detalló.
Fuente: quien.com