Martes, 15 de abril del 2025
Envejecer no siempre se presenta con arrugas visibles o canas rebeldes. A veces, las señales más sorprendentes de que el tiempo avanza son sutiles, casi imperceptibles al principio, pero igual de reveladoras. Puede que un día te mires al espejo y notes que tu sonrisa ha cambiado o que tu voz suena distinta, como si llevara consigo nuevas historias. Estos pequeños cambios no son motivo de alarma, sino una invitación a observarnos con más atención y, quizás, con más cariño.
Aunque el paso de los años es inevitable, lo que sí podemos hacer es informarnos y comprender mejor lo que nos está ocurriendo. Aquí te compartimos cuatro señales inesperadas de que estás envejeciendo para que te sientas acompañado y sepas cuándo es solo una curiosidad natural y cuándo podría ser buena idea consultar a un médico.
1. Tu voz se transforma sin avisar
Con la edad, nuestras cuerdas vocales pierden elasticidad y fuerza. Esto puede hacer que tu voz se escuche más débil, áspera o incluso más aguda si eres hombre, o más grave si eres mujer. No es algo malo, pero si notas un cambio repentino o persistente, como una ronquera que no se va, mejor consúltalo con un otorrinolaringólogo. Tu voz sigue contando tu historia, aunque su tono cambie.
2. Te encoges
A partir de los 40, comenzamos a perder estatura. Esto ocurre por la pérdida de masa ósea, el desgaste del cartílago entre las vértebras y hasta el aplanamiento de los pies. Los hombres pueden perder hasta 2.5 cm a los 70, y las mujeres casi el doble. Mantener una vida activa y una dieta rica en calcio puede ayudarte a frenar este proceso.
3. Las migrañas
Una de las ventajas poco conocidas del envejecimiento, es la disminución de las migrañas. Se reportan menos frecuencia e intensidad, e incluso que los episodios desaparecen. A veces, lo que antes era una migraña con aura y dolor, se transforma en algo más llevadero. Un pequeño alivio con el paso del tiempo.
4. Tus dientes comienzan a moverse
Aunque hayas tenido una sonrisa alineada durante años, los dientes pueden comenzar a desplazarse o girar con la edad. Esto es más común en los dientes inferiores y puede estar relacionado con la pérdida dental, enfermedad de encías o el simple desgaste. No todos lo experimentan, pero si notas que tus dientes se han movido o tu mordida ha cambiado, puede ser hora de visitar al dentista.
Envejecer no es solo cuestión de arrugas: es un viaje lleno de matices.
Fuente. esquirelat.com