Cómo sentirte en paz: Cuatro pequeños rituales que puedes hacer todos los días para lograrlo
Sábado, 17 de mayo del 2025
Para sentirte en paz no existe una fórmula mágica que puedas simplemente aplicar un día y ver un cambio inmediato y permanente. Después de todo, las emociones pueden cambiar con el tiempo y hay mucho en el mundo que está fuera de tu control en ese sentido, generando cierta inestabilidad en lo que puedas experimentar cada día. Es decir, quizá tú te levantaste con la mejor actitud, pero el tráfico, los pendientes del trabajo, los reclamos de tu pareja o cualquier otro factor ajeno a ti puede cambiar la manera en que te sientes.
No obstante, sí existen algunos pequeños rituales que pueden ayudarte al momento de sentirte en paz, pues estos harán que más allá de lo que pueda ocurrir en la rutina, tu cuerpo y mente estén en un ritmo más tranquilo y estable que te ayudará a salir adelante con calma. Por eso, si los pones en práctica todos los días, podrás notar cambios en tu forma de percibir lo que ocurre a tu alrededor. Además, estos rituales son tan sencillos, pero trascendentes, que te preguntarás por qué no los habías puesto en práctica desde antes.
La manera en que comenzamos el día afecta directamente cómo nos sentimos por el resto de la jornada, pues marca el ritmo del cuerpo y la mente, incluso, cuando despertamos con mucho estrés, ya entramos en modo reactivo en el cuerpo, y nos mantenemos en estado de emergencia constantemente. Por eso, pequeñas decisiones como empezar el día sin prisa pueden hacer una enorme diferencia en la forma en que reaccionamos a los estímulos de la rutina, ayudándote a sentirte en paz.
Por ejemplo, intenta que al despertar, te puedas tomar el tiempo de disfrutar de un buen café, desayuno o té, sin prisa o que puedas darte un baño pausado y consciente. Cualquiera que sea tu rutina al despertar, lo ideal es que consigas llevarla a cabo sin correr. Y sí, quizá esto implique que debas despertarte más temprano, pero verás que te ayudará a comenzar los pendientes con mucha más tranquilidad que si desde que te levantas de la cama ya sientes que vas tarde.
Comer de forma consciente
La primera actividad que no puedes escapar en tu rutina es el alimentarte, simplemente porque es necesario para sobrevivir; así que es algo que, sin importar cuánta prisa ni cuántos pendientes tengas, tendrás que tomarte un momento para hacerlo. Entonces, aprovecha que el comer es una actividad inevitable en tu rutina para hacerlo de forma consciente y convertirlo en un ejercicio de mindfulness.
Para lograrlo, basta con que prestes atención a la forma en que masticas cada bocado, a los sabores que identificas, a la combinación de sensaciones que te provoca, etc. Esto te hará sentir mucha más plenitud y atención en el resto del día, y además hará que puedas reconectar con el placer que puede brindar una buena comida, ayudando a que puedas sentirte en paz.
Cuando termines tu jornada laboral o la que sea la actividad a la que has dedicado tu mañana y tarde, recuerda tomarte un momento de descanso consciente. Esto significa que en lugar de pasar de trabajar a ver tu celular por horas hasta quedarte dormido, dediques unos minutos a hacer algo que te guste, como un pasatiempo que te relaje o una escapada al gimnasio. Este momento de cambio de rutina laboral te ayudará a saber que no dedicaste todo tu tiempo al trabajo, mejorando el bienestar.
Algo que ya todos sabemos ahora es que un estado de gratitud mejora significativamente la sensación de paz y felicidad de las personas. No dejes que termine el día sin dedicar unos minutos a gradecer lo que hayas vivido. Puedes, por ejemplo, llevar un diario en el que escribas un par de cosas por las que des gracias en tu vida o puedes simplemente hacer un recuento mental de lo que hiciste durante ese día y agradecer por algo que hayas vivido, visto, pensado, alguna meta cumplida, una charla, etc. Verás que esto cambiará tu actitud y te dará una sensación de tranquilidad profunda.