Viernes, 4 de julio del 2025
David Beckham no solo fue uno de los mejores futbolistas de su generación; es, desde hace años, una figura de culto en la moda, el diseño y el estilo de vida masculino. A sus 50 años, el inglés demuestra que la elegancia también se entrena. Y qué mejor ocasión para probarlo que el arranque de Wimbledon, donde reapareció como un auténtico caballero británico con un traje cruzado impecable y un reloj que dejó a todos sin palabras.
El modelo: un Tudor Heritage Chrono cubierto de diamantes, fabricado exclusivamente para él. Sí, ese mismo reloj que nació con espíritu deportivo en los años 70, hoy cruza la línea del lujo absoluto gracias a una reinterpretación que lo convierte en una pieza de colección.
Diamantes y legado en la muñeca
El Tudor Heritage Chrono de Beckham no es un accesorio más: es un reloj que reescribe lo que significa “lujo masculino”. A pesar de sus raíces como cronógrafo deportivo con resistencia al agua de 150 metros y caja de acero inoxidable, esta versión está revestida con un tratamiento de “hielo” que lo lleva directamente a otro universo: diamantes en el bisel, las asas, el brazalete y la esfera.
Esto no es un reloj para bucear. Es un reloj para destacar entre la aristocracia del tenis. Y aunque la versión base de este Tudor ronda los $5,500 dólares, la versión de Becks está en una liga completamente distinta: la del diseño personalizado y el lujo más exclusivo.
Un outfit a la altura de la muñeca
Fiel a su estilo, Beckham no dejó que su reloj hiciera todo el trabajo. Lo acompañó con un traje cruzado gris piedra, camisa azul y corbata de punto marrón, un conjunto que resonó con ese aire nostálgico de los años 70 que define al Heritage Chrono. Al mover sus manos para aplaudir o posar como un Rodin de la moda, la esfera panda del reloj relucía entre sus tatuajes, generando ese contraste entre lo clásico y lo moderno que Beckham domina como pocos.
Tudor y Beckham: una relación de alto calibre
Desde 2017, David Beckham ha sido mucho más que una cara bonita para Tudor. Su presencia ha sido clave para darle a la marca un reposicionamiento inteligente: más rudo, más auténtico, más cool.
Fuente: esquirelat.com