Lunes, 25 de agosto del 2025
Cada año, entre partidos intensos de tenis y elegantes atuendos veraniegos, una dulce tradición se roba la atención en el Torneo de Wimbledon: las fresas con crema. Este sencillo pero icónico postre es mucho más que un antojo, es parte del ADN del campeonato más antiguo y prestigioso del tenis mundial.
La costumbre de servir fresas con crema en Wimbledon data del siglo XIX. Se dice que el platillo fue introducido por el reverendo Henry “Harry” Jones, amigo cercano del fundador del torneo, cuando el evento aún se celebraba en sus primeras ediciones en el All England Lawn Tennis and Croquet Club.
En ese entonces, las fresas eran consideradas un lujo de temporada en Inglaterra, y el torneo coincidía perfectamente con la cosecha veraniega de esta fruta. Su sabor fresco, su color vibrante y su textura combinaban a la perfección con la crema, y también con el espíritu elegante y clásico de Wimbledon.
Hoy, comer fresas con crema en Wimbledon no es solo una opción gastronómica, sino casi un ritual. Los espectadores —muchos con sombreros de ala ancha y trajes de lino— se toman un descanso entre sets para saborear este postre que ha resistido el paso del tiempo.
Cada año se venden aproximadamente más de 140 mil porciones de fresas durante el torneo. Para garantizar frescura y sabor, las fresas utilizadas son de origen británico (principalmente del condado de Kent) y deben recolectarse a más tardar 24 horas antes de servirse.
A pesar de la exclusividad del evento, Wimbledon mantiene el precio de las fresas con crema como parte de su respeto a la tradición:
£2.50 por porción de 10 fresas (unos $60 pesos mexicanos, aproximadamente), lo cual es sorprendentemente accesible si se compara con los altos costos de entradas, bebidas o souvenirs del evento.
Esta política de “precios tradicionales” refleja el deseo del torneo de mantener vivas sus raíces, haciendo que todos, desde espectadores VIP hasta visitantes casuales, puedan disfrutar del clásico sabor de Wimbledon dentro del All England Lawn Tennis and Croquet Club.
Ahora ya corre a prepararlas y recuerda que Wimbledon no sería Wimbledon sin las fresas con crema.
Más que un sanck, son una postal comestible del verano británico, que une tradición, deporte y sabor en cada cucharada.
Fuente: cocinafacil.com
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