Lunes, 15 de septiembre del 2025
Los perros o los gatos, ¿Quiénes son más inteligentes? Esa es la eterna pregunta entre los amantes de los animales y aunque parece un simple debate, la ciencia ha estudiado el cerebro, la inteligencia y el comportamiento de ambas especies.
La respuesta no es tan sencilla como declarar un ganador ya que depende del contexto, explicó para UNAM Global la profesora Norhan Cortés Fernández de Arcipreste, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán.
¿Quién es más listo, los perros o los gatos?
De acuerdo con la experta, el camino de cada especie hacia la convivencia con los humanos marca sus diferencias, los perros comenzaron a domesticarse a partir de los lobos hace unos 100 mil años, viviendo en manada y cazando grandes presas; esa vida colectiva fortaleció su vínculo con las personas.
Los gatos, en cambio, se acercaron a los humanos hace entre 9 mil y 10 mil años, cazaban de manera solitaria, principalmente pequeños mamíferos, y su carácter independiente aún se refleja en su comportamiento actual.
¿Quién entiende mejor al humano?
Si se habla de comunicación y obediencia, el perro lleva ventaja, su necesidad de vivir en grupo le permite interpretar mejor a las personas y aprender trucos con mayor facilidad.
En contraste, los gatos deciden cuándo interactuar, si quieren se acercan, y cuando se aburren se van. Esto los hace más independientes, pero también más difíciles de entrenar.
Inteligencia y cerebro
En términos neurológicos, los perros también parecen llevar la delantera, tienen alrededor de 500 millones de neuronas en la corteza cerebral, mientras que los gatos cuentan con unas 250 millones.
Esa diferencia explica por qué los perros son capaces de asociar mejor ideas y ejecutar tareas más complejas.
La influencia de la selección artificial
Otro punto a considerar es la crianza selectiva, pues a lo largo de la historia, los perros han sido cruzados para realizar funciones específicas como la búsqueda, rescate, pastoreo, protección o compañía. Eso potenció su capacidad de comprender y colaborar con los humanos.
Los gatos, en cambio, no fueron criados con fines de trabajo, por lo que su inteligencia se desarrolló de manera distinta y más enfocada en su independencia.
¿Quién es más inteligente?
La respuesta depende de lo que se entiende por “inteligencia”, si se trata de empatía, comunicación y obediencia, el perro suele superar al gato. Pero si se habla de independencia y autonomía, el gato tiene ventaja.
En conclusión, como señaló la académica de la UNAM, no se pueden comparar de forma directa porque son especies distintas, con historias y comportamientos propios.
Lo que sí queda claro es que tanto perros como gatos poseen formas únicas de inteligencia que los hacen especiales para convivir con los humanos.
Fuente: unotv.com