Viernes, 1 de abril del 2016
Ingredientes ( 12 porciones)
MASA QUEBRADA:
280 g de harina de repostería
2 g de sal
200 g de mantequilla fría, en cuadritos
15 g de azúcar extrafino
20 ml de agua helada
5 ml de jugo de limón
1 yema de huevo
RELLENO:
120 g de azúcar extrafino
2 vainas de vainilla
4 manzanas
300 g de mantequilla
300 g de azúcar extrafino
4 huevos
300 g de almendras finamente molidas
la ralladura de dos limones
90 g de harina de repostería
120 g de pasas, remojada en agua tibia hasta que se hinchen
Preparación de la masa:
Cierne la harina y la sal en un tazón.
Agrega la mantequilla y mézclala utilizando las yemas de tus dedos hasta que la mezcla de harina tenga la consistencia de migajas finas.
Agrega el azúcar extrafino y revuelve.
Mezcla la yema de huevo, el agua y el jugo de limón y agrégalos a los ingredientes secos.
Amasa hasta formar una pasta firme.
Divide en dos partes iguales la masa y envuelve cada porción en plástico transparente.
Refrigera durante una hora.
*Nota: Refrigerar la masa durante un rato ayuda a evitar que se encoja durante el horneado.
Consejo: Todas las masas de repostería se pueden congelar hasta por 3 meses si se envuelven cuidadosamente. Lo mejor es descongelarlas durante la noche en el refrigerador.
Prepara los moldes:
Paso 1
Extiende cada bola de masa sobre una superficie cubierta de harina hasta que tenga un grosor de 3 mm.
Paso 2
Aplana la masa con un rodillo de cocina (no te preocupes si se rompe, así es esta masa, simplemente vuelve a unirla con las manos) y forra dos moldes para flan.
Paso 3
Pica las bases de la masa, cúbrelas con película transparente y refrigera hasta que las necesites.
Paso 4
Precalienta el horno a 200ºC, después cubre los moldes con papel para hornear antiadherente y una capa de frijoles secos. Hornea sin relleno durante unos 10 minutos. Retira el papel y los frijoles y hornea durante otros 5 minutos. Espera a que los moldes se enfríen y baja la temperatura del horno a 180ºC.
Preparación del relleno:
Paso 1
Pon el azúcar extrafino y las vainas de vainilla en una cacerola con 1 litro de agua, deja que hierva, y calienta a fuego lento durante 5 minutos. Pela y corta a la mitad las manzanas, quítales los corazones y agrégalas al jarabe que tienes en la cacerola; cubre y hierve de 5 a 10 minutos hasta que estén suaves. Drena la cacerola y déjala enfriar.
Consejo: Puedes espesar la salsa sobrante y servirla como jarabe con la tarta de manzana.
Paso 2
Bate la mantequilla y el azúcar extrafino hasta que la mezcla sea ligera y esponjosa. Agrega los huevos uno a uno, batiendo cada uno completamente. A continuación, agrega cuidadosamente las almendras, la cáscara de limón y la harina de repostería.
Paso 3
Usa un cuchillo bien afilado para rebanar las manzanas, pero sin llegar a cortar hasta el extremo.
Paso 4
Distribuye tres cuartas partes del relleno de almendras sobre los moldes con la masa horneada. Extiende las manzanas formando un abanico sobre el relleno y esparce las pasas encima. Con una cuchara vierte el resto del relleno entre las rebanadas de manzana y hornea de 35 a 40 minutos, hasta que la tarta esté firme y dorada. Sirve a la temperatura ambiente con crema batida o helado de vainilla.
Consejos para preparar el pay de manzana perfecto:
Trabaja siempre con utensilios y equipo fríos cuando hagas repostería; la mantequilla debe venir directamente del refrigerador y tú debes utilizar las yemas de tus dedos para trabajar la harina porque esas son las partes más frescas de tus manos.
Esta es una de esas ocasiones en que no puedes utilizar margarina como sustituto porque los resultados son mucho mejores con mantequilla.
Utiliza las cantidades indicadas para líquidos en la receta solamente como guía. El contenido de humedad de la harina determinará cuánto utilizas en realidad.
Recuerda, agregar demasiado líquido es una de las razones por las que la masa tiende a encogerse.
Si la masa se estira cuando forres el molde, también se encogerá durante el horneado. Evita esto levantando cuidadosamente la masa con la ayuda de un rodillo y tendiéndola sobre la bandeja. Después cubre las puntas de tus dedos con harina y presiona la masa con ligereza para aplicarla al molde.