Lunes, 16 de julio del 2018
Beneficios de la miel
El uso de la miel en la vida cotidiana es un hecho. Es un producto que es utilizado como acompañamiento de algunas comidas o como condimento, añadiendo toques dulces a algunas salsas o como endulzante de bebidas como las infusiones. Además del endulzar nuestras comidas y bebidas (es rica en azúcares), también aporta otros beneficios al ser consumida de forma eventual y regular.
- Ayuda a aliviar posibles síntomas de los resfriados, gracias a la suave textura de su composición. De este modo, las membranas afectadas por catarros y resfriados se verían calmadas por la toma de la miel. Debido al alivio que produce en la garganta, la posible tos se vuelve menos fuerte. Combinada con otros productos naturales como el zumo de limón es aún más eficaz. Puede conseguir regular casos de estreñimiento, diarrea, indigestión, entre otros.
- Ayuda a la cicatrización de heridas gracias a la enzima glucosa oxidasa. Si se aplica un poco de miel sobre una cicatriz o herida, ésta favorece en la curación de la misma. Algunos problemas de acné, descamación y deshidratación pueden ser tratados eficazmente con la ayuda de la miel. También es un gran aliado en los exfoliantes de la cosmética. Algunos exfoliantes contienen partículas, como el azúcar o la sal, que ayudan a la eliminación de células muertas y a la vez contienen productos como la miel, que ayudan a la vez a aliviar la posible rojez causada por propia exfoliación. El cabello castigado también se ve beneficiado por productos capilares que contienen miel.
- La miel, que tiene un alto contenido calórico debido a su composición a base de azúcares como la glucosa, actúa como un antibiótico natural. Gracias a este aspecto, la miel favorece al cuerpo de mantener a raya a enfermedades dadas por virus y bacterias. Otras enfermedades de las articulaciones también se ven beneficiadas por el consumo de la miel, gracias a las propiedades antioxidantes que posee.
- La miel tiene una duración en el tiempo indeterminada. Podría decirse de ella que no caduca. Esta peculiar característica puede verse reflejada en hechos como en la antigüedad, cuando los cuerpos humanos se sumergían en miel para evitar la descomposición de los mismos en posibles traslados de un lugar a otro.